Aquellas personas a las cuales les gusta aprovechar al máximo sus vacaciones, empleando estos días para descubrir nuevos lugares y para disfrutar de algunos días de playa, participar de las fiestas populares y al mismo tiempo de la oferta cultural que el lugar elegido como destino le ofrece, conociendo la historia y el patrimonio de la zona, así como su entorno natural y su gastronomía, encontrará un destino ideal para todo ello en la ciudad de Tarragona.
Tarragona, capital de la provincia del mismo nombre y declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, ofrece al viajero todo esto y mucho más. muy bien aprovechados, incluso aunque se trate de una estancia larga.
Su hermoso litoral
Situada en plena Costa Dorada, la ciudad consta de varias playas y calas, algunas urbanas y con todos los servicios y otras más tranquilas y solitarias, para todos los gustos, y muchas de ellas ondeando bandera azul. En pleno centro urbano encontraremos la Playa de la Comandancia y la Playa del Miracle, y, junto a ellas, aunque algo más distanciada del centro, la Playa de l’Arrabassada, en la que hay un gran tobogán en el agua, a 35 metros de la orilla. Todas ellas disponen de todos los servicios, incluidos bares y restaurantes, así como un puesto fijo de la Cruz Roja.
Hay otras playas más tranquilas para quienes busquen un lugar apacible y poco concurrido, como la pequeña cala conocida como Playa dels Capellans, o la Cala Fonda y la Cala de la Rocaplana, casi vírgenes y sin servicios. O Cala Jovera, un lugar muy emblemático, una pequeña cala cerrada por uno de sus extremos por rocas y por el otro por el Castillo de Tamarit, muy conocida por fotografías y postales.
Para quienes les gusta practicar el nudismo encontrarán también un bellísimo rincón en la Playa de la Savinosa, situada entre paredes formadas por abruptas rocas y con unas aguas cristalinas.
Sus alegres fiestas
Las fiestas de la ciudad de Tarragona son alegres y participativas. El 19 de agosto celebran lo que ellos llaman su “festa petita” (fiesta pequeña) en honor a Sant Magí, con exhibiciones de castellers, comidas populares, fuegos artificiales, bailes y habaneras, la mayor parte de dichas actividades a pie de playa.
Sin embargo, son aquéllos que viajen a Tarragona en septiembre quienes van a tener la ocasión de participar en sus fiestas mayores, las más importantes, en honor a Santa Tecla, y que tienen lugar hacia la tercera semana de dicho mes, con una duración de unos 10 días y con un alto nivel de participación no sólo de los tarraconenses sino de personas procedentes de todos los rincones de nuestra geografía.
Su impresionante patrimonio
La historia ha sido enormemente generosa con la ciudad de Tarragona, dejando en ella un legado impresionantes, que nos muestra las distintas culturas y pueblos que a lo largo de los siglos han ido dejando sus huellas en estas tierras. Se tienen pruebas de asentamientos de pueblos nómadas de hace nada menos que 500.000 años.
Los romanos dejaron a la ciudad un patrimonio impresionante, con un gran número de obras como su bello Anfiteatro. De la Edad Media nos quedan monumentos grandiosos como su Catedral, y los judíos también dejaron su recuerdo, para lo cual nos basta pasear por las estrechas calles de su atractiva judería, conocida como El Call.
Su oferta de ocio, un gran abanico de posibilidades
Tarragona ofrece también al visitante un gran surtido en cuanto a actividades para el ocio, desde la práctica de todo tipo de deportes náuticos, hasta una gran red de locales nocturnos, discotecas, pubs, bares, tabernas y restaurantes.
Por si no fuera poco el ocio que nos ofrece la ciudad, éste se extiende a sus vecinas localidades de Salou y Cambrils, a tan sólo 10 km. y que son posiblemente los enclaves turísticos más famosos de la Costa Dorada.
Otra opción son los parques temáticos, sobre todo si viajamos con niños. Uno de los que se encuentran situados junto a Tarragona es PortAventura, un lugar idóneo para pasar un inolvidable día.
Su gastronomía, una verdadera fiesta para los sentidos
Si visitamos el puerto de Tarragona veremos que no paran de llegar a él barcos cargados de mejillones, rape, gambas, pulpitos, merluza, sardinas y kilos y más kilos de otras variedades igualmente apetitosas de fresco pescado y marisco extraído de sus costas. Su pescado azul, además, tiene Denominación de Origen.
Su gastronomía se basa en los platos de pescado que se combinan con los productos de la huerta, como la sopa de rape, la crema de marisco, la zarzuela de pescado, el rape a la catalana, los arroces, las fideuás, las almejas a la marinera o los xatós, entre otros.
También son muy típicos de la ciudad los caçots, cuya fama se ha extendido últimamente al resto del territorio español. Son una especie de cebollas que se hacen a la brasa y se comen acompañadas de una salsa típica también de estas tierras, el romesco.
Del resto de productos podemos señalar sus setas, sus castañas, sus frutos secos y sus prestigiosos vinos, con cinco Denominaciones de Origen: Tarragona, Montsant, Terra Alta, Conca de Barberà y Priorat.
Conocer la ciudad desde un tranquilo alojamiento
Quienes finalmente se decidan por dedicar unos días a conocer esta bella e interesante ciudad, sobre todo aquéllos a quienes les gusta la tranquilidad y suelen huir del bullicio que suele haber en verano en las capitales y en los puntos del litoral, no tendrán ningún problema en alojarse en un lugar enclavado en plena naturaleza, un lugar próximo que les permita ir y venir sin mucho desplazamiento pero donde tengan asegurado el relax, el descanso y la apacibilidad también necesarios para que las vacaciones sean todo un éxito.
Señalaremos algunas casas rurales en Tarragona confortablesy con unas buenas instalaciones cercanas a la ciudad de Tarragona, en las cuales, a pesar de no distar mucho de la ciudad, nos parecerá estar en otro mundo, gracias a su entorno natural lleno de parajes bellos y bucólicos.
