Uno de los espacios protegidos que no deberíamos dejar de visitar si decidimos pasar unos días en la provincia de Ávila, dentro de la comunidad de Castilla y León, es el hermoso Valle de Iruelas, declarado Reserva Natural, no sólo por su gran belleza paisajística, sino también por su gran valor medioambiental.
Este hermoso valle lo encontraremos en pleno corazón de la Cordillera Central, a orillas del río Alberche y en lo que son ya las estribaciones de la Sierra de Gredos. Lo riegan varios arroyos, siendo una zona con grandes atractivos, ideal para el turismo rural, para las rutas, para contemplar maravillosos escenarios, para pasar unos días integrados en plena naturaleza o, simplemente, para el descanso.
Dentro de la Reserva se encuentran englobados 4 municipios. Se trata de El Tiemblo, San Juan de la Nava, El Barraco y Navaluenga.
Es un territorio en el que abundan las gargantas y barrancos, como la conocida Garganta de Iruelas, lo cual, junto a su clima, da lugar a una flora abundantes y con una gran variedad de ejemplares. Su fauna no se queda atrás, siendo de un gran interés, especialmente en lo que hace referencia a las aves. No en balde el espacio ha sido declarado Zona de Especial Protección para las Aves, es decir, lo que comúnmente llamamos Zona ZEPA. En ella encontraremos abundantes ejemplares de águilas reales, buitres leonados, gavilanes o palomas torcaces, entre muchos otros.
Foto Vía: Flickr
Cabe hacer mención al hablar de su fauna y de sus aves, de la gran importancia que en esta Reserva tiene el buitre negro, ya que en ella encontraremos una colonia de dicho animal que constituye una de las más importantes no sólo de nuestro país, sino también de todo el continente europeo. De hecho, uno de los principales objetivos que se perseguían al declarar la zona como Reserva Natural era garantizar lo mejor posible la conservación de esta especie, así como también la del águila imperial.
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Por otro lado, es un espacio en el que además de las aves podemos también contemplar otros animales, como el zorro, el jabalí, la gineta, el ciervo, la víbora, el lagarto ocelado, el tritón ibérico o el gato montés, entre muchísimas otras especies.
Uno de los lugares aconsejables de visitar en la zona es el Embalse de El Burguillo, un precioso enclave entre las localidades de El Barraco y El Tiemblo. Alimentado por las aguas del río Alberche, es uno de los más grandes de la comunidad, y muy concurrido en la época veraniega, ya que es un lugar ideal para el baño, pudiéndose además en él navegar, así como practicar diversos deportes náuticos. Además, dispone de restaurante y zona de picnic, por lo que podemos pasar en dicho embalse un día muy agradable, ya sea con la familia o con un grupo de amigos.
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Cerca de la localidad de El Tiemblo encontramos aún otra presa, ésta más pequeña, conocida como Embalse del Charco del Cura, y cuyas aguas pertenecen también al río Alberche. Es ideal para el baño, y un verdadero paraíso para los amantes de la pesca, que encontrarán en sus limpias aguas una gran abundancia de barbos y de carpas de gran tamaño.
Es en el Embalse de El Burguillo donde el espacio que forma la Reserva alcanza su mínima altitud, con 730 metros sobre el nivel del mar, mientras que la máxima la encontramos en la cima del Cerro de la Escusa, donde se alcanzan los 1950 metros, y desde el cual desciende la Garganta de la Balsaina.
Otro lugar interesante, y que se halla situado en la Sierra del Valle, es el Puerto de Casillas, donde tiene lugar el nacimiento de la ya mencionada Garganta de Iruelas. Se trata de un lugar que se caracteriza por sus abundantes extensiones de castaños, y desde el que se puede disfrutar de unas impresionantes panorámicas de la Reserva Natural. Además, veremos otros puntos de interés por el camino, como la Ermita de Casillas, junto a la cual podremos ver un pequeño lago, en un bellísimo escenario, una gran pradera en la que, además, tenemos a nuestra disposición un área recreativa, otro lugar para pasar un día tranquilo y agradable.
En los municipios que forman parte de la Reserva Natural del Valle de Iruelas encontraremos además un patrimonio histórico y arquitectónico muy considerable, destacando de manera especial el caso de la localidad de El Tiemblo, población en la que podemos contemplar los famosos Toros de Guisando, un conjunto de esculturas pertenecientes a la Edad de Hierro, muy conocidas. También, sin movernos de la misma población y muy cerca de dichas esculturas, podemos visitar el Monasterio de los Jerónimos, conocido también como Monasterio del Cerro de Guisando, construido en el siglo XIV. Destacan asimismo la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XV, o la Ermita de San Antonio, patrón de la población. También es preciso hablar, por su interés, del edificio en el que actualmente se encuentra instalado el Ayuntamiento, de estilo neoclásico, y que fue construido a finales del siglo XVIII, bajo el mandato del rey Carlos III, subvencionado por los propios vecinos de la localidad, tal como consta en una placa que podemos ver en su pared frontal.
Por otra parte, si nos acercamos hasta la localidad de El Tiemblo para conocer su rico patrimonio, es aconsejable aprovechar para visitar también un magnífico bosque de castaños que se encuentra en sus cercanías, conocido como El Castañar de El Tiemblo, donde podremos ver su ejemplar más famoso, un majestuoso árbol centenario. Y, muy cerca, también encontraremos el llamado Pozo de la Nieve, que antiguamente, en épocas remotas en las cuales los frigoríficos no eran más que un sueño, hacía las funciones de depósito en el que los vecinos del municipio almacenaban la nieve para poder usarla durante el verano.
