En la Comunidad Autónoma de Extremadura, y en pleno centro de la provincia de Cáceres, encontramos un interesante espacio protegido, situado entre las localidades de Trujillo, Plasencia y Cáceres. Se trata del Parque Nacional de Monfragüe. De un gran valor ecológico y medioambiental, está declarado también como Reserva de la Biosfera y Zona de Especial Protección de las Aves.
El parque tiene una extensión que ronda las 18.000 hectáreas, y fueron los romanos quienes dieron origen a su nombre, ya que entre ellos era conocido, en latín, como “mons fragorum”, expresión que, traducida al español, significa “monte denso”.
Su territorio está formado por bosques mediterráneos con muchas encinas y alcornoques, suaves montañas que no pasan de los 800 metros de altitud y dehesas. Es atravesado por los ríos Tajo y Tiétar, finalizando este último su recorrido dentro del parque, vertiendo sus aguas en el primero. Se trata de un destino ideal para el amante de la naturaleza, que encontrará, no sólo unos parajes de gran belleza, sino todo un ejemplo de integración de la agricultura y ganadería dentro del medio ambiente en el que se hallan, que los habitantes de las poblaciones allí situadas han sabido llevar a cabo, compaginando perfectamente el desarrollo con la conservación del entorno.
Es una zona muy apropiada para el turismo activo, que cuenta además con una buena red de alojamientos rurales que permiten al aficionado a este tipo de turismo disfrutar de otro tipo de vida al que está acostumbrado, más en contacto con la naturaleza, pero sin renunciar a las comodidades de hoy en día, que encontraremos a nuestra disposición en estos confortables establecimientos.
El parque es un verdadero paraíso para los amantes del senderismo, que encontrarán un sinfín de rutas interesantes, itinerarios de todos los niveles de dificultad, así como también de duración muy diversa, duración que puede ir de media hora hasta un día entero. Las sendas están además perfectamente señalizadas con distintos colores. Existe la posibilidad de realizarlas con guías, y además hay empresas dedicadas a actividades complementarias.
Para aquéllos a quienes no les entusiasma mucho andar, existen dos rutas, muy interesantes, que se realizan en coche, a través de carreteras perfectamente asfaltadas, y en cuyo recorrido se puede disfrutar de impresionantes panorámicas desde algunos miradores que encontraremos, así como algunos observatorios de aves.
Hablando de aves, cabe comentar que el lugar entusiasmará también a los aficionados a la ornitología. Declarado, como hemos comentado, Zona Especial de Protecciòn de las Aves, el parque cada año es visitado por más de 300.000 turistas que llegan a él con el objetivo de observar el gran número de especies de aves que han encontrado aquí su hábitat. Destacan, por ser las más buscadas por quienes se acercan hasta estos lugares, el buitre negro, que tiene la mayor de sus colonias aquí en Monfragüe, y el águila ibérica, un verdadero depredador que sólo se encuentra en el oeste de nuestra península.
Otros ejemplares que encontraremos en nuestra visita al parque son el buitre leonado, el águila real, el halcón peregrino, el búho real, el milano negro, el almoche, el milano real, y así una gran cantidad de especies, muchas de ellas protegidas.
Abundan asimismo los mamíferos, entre los que podemos encontrar, entre otros muchos, la nutria, el gato montés, el zorro, el tejón, el ciervo, el jabalí o el conejo. Entre los anfibios encontramos, por ejemplo, la salamandra común o el tritón ibérico, y entre los reptiles el lagarto ocelado o distintas especies de culebras.
El territorio, donde abundan los ríos, embalses y masas de agua, tiene tambièn una gran cantidad de especies de peces, siendo muy frecuentes algunas como el barbo o la carpa. Aquí hemos de resaltar que los aficionados a la pesca podrán practicar su deporte favorito en muchos de los puntos del parque.
Es de resaltar también la gran riqueza en cuanto a patrimonio histórico de que dispone este espacio, en el que está comprobada la existencia, desde épocas remotas, de asentamientos humanos que han dejado su profunda huella en estas tierras. Así, en el parque se hallan uno de los mayores conjuntos existentes de pinturas rupestres que datan de la Edad de Bronce, existiendo también algunos castros cuyo origen se data en el siglo VI a.C.
Una de las más importantes obras que encontramos en el parque es el Castillo de Monfragüe, del que aún se conservan parte de las murallas y dos torres. Ubicado a 465 metros de altitud, junto a la Sierra de las Corchuelas, fue construido por los musulmanes, pasando más tarde a ser propiedad, entre otros, de la Orden de los Templarios. Junto al castillo hay una pequeña ermita.
En las cercanías de esta fortaleza se juntan las aguas de los ríos Tajo y Tiétar, y allí encontraremos el llamado Puente del Cardenal, que, debido al revoltijo que forman las aguas al mezclarse, permanece cubierto por las mismas gran parte del año. Data de mediados del siglo XV, y fue el cardenal Juan de Carvajal quien lo mandó construir.
También encontramos varias localidades que forman parte del parque y que disponen de un considerable patrimonio. Una de ellas, la más poblada a pesar de tener sólo 4.000 vecinos, es Malpartida de Plasencia, en la que podemos visitar su Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, del siglo XVI, así como alguna de sus 4 ermitas, la de San Gregorio, la de la Virgen de la Luz, la de San Cristóbal o la de San Blas. Además, en sus afueras cuenta con áreas de recreo como la de San Cristóbal, un merendero situado en un idílico paisaje. Este municipio tiene mucha fama por su artesanía, especialmente en lo que hace referencia a los trabajos hechos con piel, sobresaliendo también sus dulces.
También resulta interesante un recorrido por el municipio de Casas de Miravete, que tiene un hermoso puente de la Edad Media, y donde podemos ver también los restos de un castillo árabe del siglo XII. Es de destacar asimismo su Iglesia Parroquial, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. O por la localidad de Toril, en la que, además de visitar su Iglesia Parroquial de San Blas, podemos ver un peculiar árbol conocido como “El Abuelo”. Se trata de un alcornoque que está declarado Árbol Singular y que mide 15 metros de altura, siendo el perímetro de su tronco de 1’30 metros. Este árbol tiene 400 años y se encuentra ubicado en la conocida como finca La Herguijuela.
El parque cuenta con un centro de interpretación muy aconsejable de visitar, ya que nos permitirá sacar mucho más provecho de nuestro recorrido por el mismo. Se halla en la localidad de Villarreal de San Carlos, y en él, además de recibir una extensa información, podremos ver algunas exposiciones relacionadas, así como alguno de sus videos temáticos en su sala de proyecciones.
