En la comunidad de Castilla y León, situada al norte de la provincia de Ávila, se encuentra la comarca de La Moraña, una gran llanura que forma parte de la Meseta, llena de pequeños pueblos y con grandes extensiones de cereales y de girasoles, un gran manto amarillo roto de vez en cuando por algún bello paraje verde, como bosques de pinos o vegetación de ribera.
La palabra “moraña” significa “tierra de moros”. Efectivamente, se trata de una comarca en la cual la presencia durante mucho tiempo de población mudéjar, una gran parte de la misma abrazando sin embargo la religión cristiana, dejó una profunda huella, en forma de un importante legado arquitectónico y artístico.
Los municipios que forman parte de la comarca de La Moraña poseen excelentes muestras de arte románico-mudéjar, templos, iglesias y pequeñas ermitas de gran interés arquitectónico y de gran belleza, que nos permiten hacer una atractiva Ruta Mudéjar, durante la cual podemos recorrer más de 15 localidades, conociendo al mismo tiempo no sólo sus obras sino también sus gentes, sus costumbres y su excelente gastronomía. Ante la imposibilidad de hacer una descripción completa citaremos algunos de los pueblos y sus obras a modo de ejemplo.
La ruta podemos empezarla en la capital comarcal, el municipio de Arévalo, no en balde la zona es conocida también con el nombre de Tierra de Arévalo. Esta localidad tiene un censo de unos 8000 habitantes, y dista 56 kilómetros de la ciudad de Ávila. En ella se juntan los ríos Arevalillo y Adaja, y su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural, guardando una gran cantidad de ejemplos de arquitectura mudéjar.
Arévalo es uno de los municipios en los que encontraremos mayor número de iglesias con elementos mudéjares de toda la comunidad, como la Iglesia de Santa María la Mayor, levantada a finales del siglo XII y situada en la Plaza de la Villa. Se trata de un templo de una sola nave, que guarda en su interior unas valiosas pinturas góticas del siglo XIV, destacando su torre de planta cuadrada, en cuya parte baja hay un gran arco bajo el cual pasa la calle del mismo nombre, Santa María.
Otra de las obras sobresalientes del municipio es su Iglesia de San Martín, de la que no se conoce con certeza su fecha de construcción, teniéndose la primera constancia por escrito de su existencia a mediados del siglo XIII. También de estilo mudéjar, está declarada Monumento Nacional y, debido a sus dos torres, es conocida popularmente con el nombre de “las Torres Gemelas”.
A dos kilómetros del casco urbano de Arévalo encontramos otra interesante muestra de arte mudéjar, la Ermita de la Lugareja, considerada como una de las obras cumbre en nuestro país del estilo románico-mudéjar. Es un pequeño templo de gran belleza, aunque se encuentra inacabado, y perteneció a la Orden del Císter. Está declarada Monumento Histórico-Artístico, y actualmente se encuentra en manos privadas.
Muchas más son las obras que podemos visitar en este municipio y que constituyen, cada una de ellas, una verdadera muestra del mudéjar de nuestro país. Ante la imposibilidad de citarlas todas, destacaremos a modo de ejemplo algunas, como La Alhóndiga, la Iglesia de San Miguel, el Castillo, la Iglesia de San Juan, los restos de las murallas, la Iglesia de San Salvador o la Plaza medieval.
Dejando ya Arévalo, en la localidad de Espinosa de los Caballeros, una población que tuvo una gran importancia en la época de los templarios, encontramos la Iglesia de San Andrés, una verdadera joya del mudéjar, construida en el siglo XII. En su interior destaca su Retablo Mayor del siglo XVIII, con su obra escultórica de San Andrés.
En Donvidas, una pequeña aldea de la comarca en la que sólo viven unos 40 vecinos, encontramos una interesante muestra de románico-mudéjar en su iglesia parroquial, que destaca de manera especial por la gran belleza de su cabecera. En su fachada se pueden observar unos largos arcos hechos con ladrillos, que otorgan al conjunto una gran esbeltez.
En la localidad de Madrigal de las Altas Torres, encontramos la Iglesia de San Nicolás de Bari, construida en estilo mudéjar a finales del siglo XIII. Está declarada Bien de Interés Cultural y consta de tres naves.
El siguiente pueblo es Fontiveros, cuna de San Juan de la Cruz, en el que encontramos el templo mudéjar más grande de toda la comarca, la Iglesia de San Cipriano, las medidas de cuyo interior son de 56 metros de longitud y 24 de anchura. No se sabe con exactitud su fecha de construcción, pero sí que la misma tuvo lugar entre los siglos XIII y XIV. En su interior se encuentran las sepulturas de Gonzalo y Luis de Yepes, que fueron, respectivamente, el padre y el hermano del citado místico, San Juan de la Cruz. Además, la iglesia guarda un valioso órgano que data del siglo XVIII.
San Cristóbal de Trabancos, una pequeña pedanía en la que sólo viven unos 30 vecinos y que pertenece al municipio de Rasueros, más conocida popularmente con el nombre de Cebolla, que es como se denominaba antiguamente, tiene asimismo una buena muestra del mudéjar en su Iglesia de San Cristóbal, en cuya fachada encontraremos también unos alargados arcos de ladrillo.
Por último, si nos dirigimos hasta el municipio de Narros del Castillo, podremos visitar su Iglesia de Santa María del Castillo, un bello edificio de líneas sencillas, en el que destacan sus frisos de ladrillos y su cabecera de arcos doblados, a pesar de que en la construcción se añadieron unos contrafuertes que afean un poco el conjunto.
Siempre pensé que la iglesia de Vega de Santa María era mudéjar. Aquí no se cita. Pero hay más: Adanero, Albornos, Aldeaseca, Arévalo, Cabizuela, Donvidas, Espinosa de los Caballeros, Horcajo de las Torres, Langa, Madrigal de las Altas Torres, Narros de Saldueña, Pajares de Adaja, Palacios de Goda, San Esteban de Capardiel y Sinlabajos.
Debiera tenerse en cuenta.