El Baix Llobregat es una comarca de Cataluña que ofrece un gran número de atractivos, siendo por ello ideal para pasar un agradable e interesante fin de semana.
La comarca del Baix Llobregat, pone al alcance del visitante una gran oferta de todo tipo, empezando por su hermoso entorno natural, ya que dispone de parajes como el delta del Lobregat, así como de atractivas playas, como la de Castelldefels. Muy significativa es la oferta cultural que nos ofrece, poseyendo sus poblaciones importantes legados patrimoniales, fruto de los acontecimientos históricos que en estas tierras han tenido lugar.
Las lagunas del Delta, catalogada como Reserva Natural, tiene una gran riqueza faunística en cuanto a animales invertebrados, Además, es lugar de paso migratorio para una gran cantidad de aves, y muchas de ellas han encontrado allí su lugar ideal para la nidificación. De ahí su importancia ecológica.
La comarca dispone de un litoral con puntos importantes para el turismo, como la ya mencionada playa de Castelldefels, una localidad por otra parte que además de su atractiva playa pone a disposición de quien la visita una gran oferta en cuanto a ocio, especialmente en los meses de verano. También es de similares características la playa de Gavà.
Otra ventaja de la comarca es que está muy cerca de la capital, Barcelona, por lo que es también un lugar idóneo para convertirla en un punto de partida tranquilo, pudiéndonos alojar en alguna de sus tranquilas casas rurales, mientras aprovechamos también para conocer la ciudad condal.
Aunque interesante para todas las edades, de manera especial si se viaja con niños, no deberíamos dejar de realizar una visita al Parque Catalunya en Miniatura, en la localidad de Torrelles de Llobregat, el parque de miniaturas de más extensión del mundo. En él podremos contemplar 147 maquetas que reproducen fielmente edificios, todos ellos conocidas obras que se encuentran en la comunidad catalana o en Mallorca, más otras obras de Gaudí, cuyo original se puede contemplar en las ciudades de Astorga, Comillas y León.
Así, podremos ver a escala, y perfectamente construidas, sin que les falte ningún detalle, obras como el Palau de la Generalitat y la Plaza Sant Jaume, el Parque Güell, el Puerto de Barcelona, la Sagrada Familia o la Plaza de Catalunya.
Los amantes del arte pueden visitar la Colonia Güell, en el municipio de Santa Coloma de Cervelló, un atractivo conjunto modernista obra de Antoni Gaudí, y de una gran belleza. una colonia hecha en su época por deseo de Eusebi Güell, destinada a que en ella vivieran los trabajadores de su empresa textil. El empresario tenía una clara concienciación en cuanto a las mejoras sociales para sus obreros, y se construyeron todos los servicios, como escuelas, hospitales y otros edificios. Muy interesante es también la cripta de su iglesia. Está declarado el conjunto como Bien de Interés Cultural.
Dada la cercanía, no deberíamos dejar de acercarnos a uno de los lugares más emblemáticos de Catalunya, el macizo de Montserrat, donde podremos admirar sus peculiares y mágicas montañas, muy concurridas por los escaladores catalanes, ya que en ellas suelen llevar a cabo sus entrenamientos. Allí podremos contemplar su famoso Monasterio Benedictino, lugar de peregrinaje y todo un símbolo para los catalanes, sean o no creyentes. En cada uno de los rincones de este lugar se respira espiritualidad, Allí podremos ver la imagen de la Virgen de Montserrat, y, si tenemos suerte, quizás coincidamos al visitar la Basílica con los niños de la Escolanía, que inundan el templo con sus cantos consiguiendo emocionar a todos.
Cerca de Montserrat, hay otro lugar muy aconsejable para visitar, las Cuevas de Salnitre, conocidas popularmente como Cuevas de Collbató, por hallarse en las afueras de dicha localidad. Las cuevas de hecho pertenecen al macizo de Montserrat y se dice que sus salas, con formaciones de una gran belleza, fueron las que inspiraron a Gaudí en el momento de hacer los planos de la Sagrada Familia.
La cueva se puede visitar, aunque por supuesto siempre con guía, y su longitud es de 549 metros, haciendo un desnivel de 20 metros. La entrada a la cueva, conocida con el nombre de Pozo del Diablo, es un agujero de 16 metros de profundidad muy estrecho, que se baja con escalones, siendo la única entrada posible a la misma. Para aquéllos a quienes esto les dé un poco de miedo, debemos decirles que es seguro, y que por supuesto vale la pena.
