Un buen plan para uno de los próximos fines de semana puede ser visitar la atractiva comarca de la Ribera del Duero, donde podemos organizar una interesante ruta del vino y además conocer localidades con una gran oferta monumental y artística, como su capital, Aranda de Duero. Ello, unido al bello entorno natural de la zona y a su excelente gastronomía, harán que el fin de semana o puente sea todo un éxito.
Durante nuestro recorrido podemos visitar algunas de las prestigiosas bodegas de la zona situadas en la provincia de Burgos , donde podremos conocer de primera mano todo el proceso de elaboración de estos prestigiosos vinos. También es interesante ver alguno de los museos dedicados a dicho producto, así como, antes de la vuelta a casa, visitar alguna de las mejores enotecas, en las cuales podremos adquirir aquellos vinos que deseemos llevarnos.
En la misma capital de la comarca, Aranda de Duero, podemos empezar nuestro camino, visitando por ejemplo las Bodegas Peñalba López-Torremilanos. Allí, el recorrido por ellas nos va a parecer muy interesante, ya que podemos también pasear por sus viñedos. Además, estas bodegas tienen su propia tonelería, por lo que también podremos ver cómo fabrican los toneles en los que luego reposará el vino.
En la misma Aranda de Duero también podemos acercarnos hasta las Bodegas Don Carlos Siglo XV, en las cuales nos sorprenderán sus galerías subterráneas, todo un entramado laberíntico. En estas bodegas ofrecen además la posibilidad de realizar cursos de catas de vinos.
A 15 kilómetros de Aranda de Duero, encontraremos la localidad de Quintana del Pidio, una tranquila población muy conocida por sus bodegas, de las cuales cuenta con 8, todas ellas de gran prestigio: Cillar de Silos, Marqués de Valparaíso, Pagos de Quintana, J.A. Calvo Casajús, Valle de Monzón, Cooperativa Nuestra Señora de los Olmos, Prado de Olmedo y Alto Miraltares. En esta localidad, podemos aprovechar para visitar su Iglesia de San Juan Bautista, de estilo renacentista. También encontraremos en ella dos ermitas, la de la Virgen de los Olmos y la de Santa Ana.
En el municipio de La Horra, un pequeño lugar a 20 kilómetros de la capital comarcal, podemos visitar nada menos que 9 bodegas, un número considerable teniendo en cuenta que en la localidad sólo viven unos 400 vecinos. Son Hermanos Sastre, Balbás, Asenjo&Manso, García Figuero, Bodegas La Horra, Cooperativa Virgen de la Asunción, Grandes Bodegas, Monte Aixa y Fuentenarro, todas también muy prestigiosas. Además, en esta población podemos visitar también su Museo del Vino, situado en una galería subterránea, donde aprenderemos muchas cosas de la historia del vino, además de poder observar muchos objetos relacionados con el mismo. Esta localidad cuenta también con un buen patrimonio, como el Palacio de los Condes de Siruela.
Seguidamente, podemos dirigirnos hasta la localidad de Boada de Roa, en realidad una pedanía que forma parte del municipio de Pedrosa de Duero. Se ubica a menos de 30 kilómetros de Aranda de Duero, y en ella podemos visitar las Bodegas Viyuela, cuyos propietarios son una de las familias de viticultores más antiguos de la comarca. En Boada de Roa podemos ver su Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Antigua.
El próximo punto al que nos dirigiremos puede ser Sotillo de la Ribera, una localidad donde no sólo el vino tiene fama, y en la que haremos muy bien si adquirimos en ella algunas de sus morcillas y quesos artesanos, ya que son excelentes. Aquí podemos visitar unas bodegas en las que la misma familia lleva trabajando desde el siglo XVII, las Bodegas Ismael Arroyo, cuyos excelentes vinos llevan el nombre de “Valsotillo”.
No debemos dejar de visitar también el municipio de Roa, sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Es una bonita localidad situada a orillas del Duero, que ofrece al visitante no sólo sus vinos y bodegas, sino también un considerable patrimonio artístico, con obras como el Edificio de la Alhóndiga del siglo XVII, la Ermita de la Virgen de la Vega o la Iglesia de San Esteban, entre otras.
En esta localidad podemos visitar las Bodegas Condado de Haza, que se hallan dentro de una gran finca de viñedos. El recorrido nos va a parecer muy interesante, porque dichas bodegas, que de hecho empezaron a comercializar su vino a mediados de la década de los 90, se caracterizan por ser completamente autosuficientes. Es decir, que todo el proceso que sigue la elaboración del vino desde la cepa hasta que llega a nuestra mesa tiene lugar dentro de la finca, sin que se tenga que salir de ella, incluso el embotellado y almacenaje.
