Murero es un pueblo tranquilo, en el que viven unos 140 vecinos, y que forma parte de la comarca del Campo de Daroca. Se halla a orillas del río Jiloca, a poco más de 700 metros de altitud sobre el nivel del mar. Es un destino perfecto para el turismo rural, ya que nos permite ver algunos espacios protegidos de las proximidades tan atractivos
... como la Laguna de Gallocanta, un hermoso paraje en el que han encontrado su hábitat miles de aves.
El alojamiento es una gran casa construida en el siglo XIX, una edificación típica de la zona. Tiene tres plantas, y ha sido equipada con todo lo preciso para una estancia cómoda y satisfactoria. Decorada con un estilo rural elegante y sobrio, la vivienda está preparada para que se alojen en ella un total de 12 personas, aunque al ser las habitaciones muy amplias, se pueden instalar, en caso necesario, camas supletorias, aumentando así su capacidad.
• 3 Habitaciones de matrimonio
• 3 Habitaciones dobles
• Posibilidad de camas supletorias
• Cuna disponible
• Baño en todas las habitaciones
• Bañera de hidromasaje en dos de las habitaciones de matrimonio
• 1 Baño compartido
• Sala de estar
• Comedor
• Cocina
• Terraza cubierta
• Jardín
La casa dispone de chimenea en el salón, y tiene unos bonitos jardines en los que se ha instalado una zona de barbacoa. También encontraremos un relajante jacuzzi.
Pese a ser un pueblo pequeño, Murero dispone de un patrimonio histórico considerable, y en él podremos ver obras como su Iglesia de Santa María la Mayor, su Ermita de San Mamés o sus cinco peirones.
En los alrededores tenemos localidades vecinas muy interesantes para visitar, como Villafeliche, que antaño fue muy famosa por su producción de pólvora, sobresaliendo actualmente por su alfarería, o como Miedes, donde podremos ver su Iglesia de San Pedro, su torre fortificada o su Convento de la Concepción y San Blas.
Otras poblaciones bonitas son Acered, donde podemos visitar la Ermita de Nuestra Señora de Asemón, Fuentes del Jiloca o Langa del Castillo, esta última con una gran carga histórica y donde podremos aún contemplar los restos de su castillo.
En las cercanías podemos también acercarnos hasta la Mina de Daroca, una impresionante obra hidráulica del siglo XVI, y, por supuesto, hasta la ya mencionada Laguna de Gallocanta, con unos parajes de una belleza impresionante y todo un paraíso para los amantes de la naturaleza y de las aves.
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