El hotel ‘Paraje del Asturcón’ disfruta de una ubicación y unas vistas más que privilegiadas, entre el mar y la montaña, la desembocadura del Sella en el Cantábrico y los Picos de Europa, ofrece una estancia inolvidable.
De nueva construcción, está inspirado sin embargo, en la arquitectura tradicional de la zona, con
... amplios ventanales y la piedra y la madera como protagonistas.
Puede alojar hasta 26 personas en sus 10 amplias habitaciones:
• 1 Suite
• 7 Habitaciones dobles
• 1 Habitación triple
• 1 Habitación cuádruple
• Habitaciones adaptadas a personas con escasa movilidad
Todas ellas cuentan con su propio baño completo con kit de aseo, acceso a Internet, caja fuerte, teléfono y televisión.
El ambiente interior acogedor y de relax, se consigue con una decoración rústica y una mezcla de estilos que hacen al visitante sentirse como en casa. En la planta superior los suelos son de madera con techos abuhardillados. En la planta baja, techos de madera y suelos de barro.
El hotel tiene amplios ventanales y zonas comunes pensadas para garantizar el disfrute de los inquilinos, como una sala de juegos con mesa de billar, ajedrez, cartas, parchís… todo lo necesario para pasar una tarde entretenidos. Esta misma sala puede utilizarse como lugar de reuniones, con capacidad para 35 personas.
Otros lugares prácticos de la casa son la biblioteca, con amplia información de la zona, o un gran salón con varios ambientes, chimenea y grandes ventanales con vistas.
A todo esto se suma un exterior inmejorable, terrazas y porches, una parcela de una hectárea acondicionada para practicar deportes, con área infantil, hotel para perros y establos de ovejas y gallinas.
Naturaleza en estado puro, con todas las comodidades, como un servicio de taberna-restaurante con excelentes menús y una cuidada selección de vinos.
Paraje del Asturcón también ofrece a sus clientes la posibilidad de jugar al golf en La Rasa de Berbes, a sólo 15 minutos del complejo.
Si sobra tiempo ante tantos servicios o actividades, una excursión por los alrededores se vuelve imprescindible: los Picos de Europa a un lado y el Cantábrico al otro permiten la práctica de casi cualquier tipo de deporte, desde aventura a rutas de observación de la flora y la fauna.
En las localidades cercanas se puede descubrir un rico patrimonio que atestigua la presencia humana en la zona desde la prehistoria, yacimienos, cuevas y construcciones de otro tiempo son habituales. Cangas de Onís, Los Lagos de Covadonga, Comillas o Llanes tienen mucho que enseñar.
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