4 Vientos-San Antonio es una casa rural que cuenta con unas trescientas hectáreas de terreno dónde podemos vivir la naturaleza manchega en todo su esplendor, bien vayamos buscando la tranquilidad que acompaña a su entorno, o bien deseemos un lugar dónde realizar una reunión familiar.
La casa rural está dividida en varias
... plantas y está compuesta por:
- 3 Habitaciones dobles con cama de matrimonio
- 3 Habitaciones dobles con camas individuales
- 1 Salón Comedor con chimenea de grandes dimensiones
- 4 Cuartos de baño
- 1 Cocina completa
- 1 Espléndido Porche
- Posibilidad de cuna si se solicita
- Jardín
- Piscina
- Barbacoa
- Patio con futbolín
- Aparcamiento
Todas las estancias interiores cuentan con calefacción y están perfectamente equipadas en cuanto a menaje y lencería, además de contar con un mobiliario cómodo y funcional y decoradas con un toque rústico encantador.
Las vigas vistas del techo le aportan calidez, el blanco de sus paredes luminosidad y los muebles de madera son suficientes para crear ese ambiente acogedor que todos buscamos en un alojamiento. La limpieza y el cuidado es visible en todos y cada uno de los rincones de la casa lo que dice mucho a favor de sus propietarios.
En el exterior podemos disfrutar de días de piscina, futbolín y barbacoa con la tranquilidad de que nadie nos va a estar observando, además de disfrutar de las vistas de la campiña manchega. Y un punto más a su favor es que admite mascotas.
El alojamiento está situado en plena zona de la Laguna Salada de Pétrola y rodeado de almendros, olivos, viñas. Cuenta, además, con el aliciente de estar a escasos kilómetros de Chinchilla de Montearagón, población que nos ofrece lugares tan curiosos como el museo denominado “Consulta Médica Rural ``Doctor Daudén`` o el Museo de la Indumentaria Tradicional Chinchillana.
La zona montañosa dónde se encuentra 4 Vientos-San Antonio es perfecta para realizar actividades al aire libre como por ejemplo el senderismo o rutas en bicicleta por la zona de la Reserva Natural de la Laguna Salada y con un poco de suerte ver flamencos en libertad, eso sí, muy recomendable llevar pantalón largo ya que los mosquitos no perdonan.
También podemos desplazarnos unos kilómetros e ir a visitar la aldea de Santa Catalina para conocer su Iglesia parroquial mezcla del gótico, el barroco y el renacentismo; practicar el enoturismo en Los Aljives, darnos baños terapéuticos o dar un paseo en coche de caballos de yeguada propia. Y ya de vuelta, para recuperar fuerzas, nos podemos acercar a alguno de los mesones de los alrededores y degustar las famosas migas ruleras, la atascaburras o las gachas.
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