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Anfiteatros romanos en España, un recorrido por ellos

A lo largo de los años, son muchas las culturas y civilizaciones que se han asentado en territorios pertenecientes a nuestra geografía. Algunos de ellos han estado poco tiempo, podríamos decir que de paso, mientras que otros se han establecido en nuestro país durante años e incluso siglos.

Todos ellos han dejado una huella en forma de legado patrimonial e histórico, obras de arte que hoy en día conforman un legado artístico de una gran riqueza, verdaderos tesoros que, además de su valor, nos cuentan cómo vivían estos pueblos y cuáles eran sus costumbres.

Sin ninguna duda, una de las culturas que ha dejado en este país una huella más profunda ha sido la de los romanos. Fortalezas, puentes, acueductos, fuentes, baños, casas, templos, y una gran variedad de edificaciones levantadas por ellos salpican nuestro país, habiendo marcado además la personalidad de algunas de nuestras ciudades o municipios de manera muy acentuada, como puede ser el caso de Tarragona o de Mérida.

Una de las construcciones propias de esta civilización, y posiblemente de las que resultan màs atractivas, las encontramos en los anfiteatros. En su origen, se trataba del lugar en el cual se celebraban una gran diversidad de juegos y espectáculos, como la conocida lucha de gladiadores.

Los amantes de la historia y del arte, así como todos aquéllos a quienes les gusta aumentar siempre sus conocimientos, tienen muchos anfiteatros para visitar en España, cada uno de los cuales ha sido testigo mudo de un gran número de importantes acontecimientos históricos. Para quienes deseen hacer un recorrido por los mismos, o ver por lo menos algunos de ellos, relacionamos varios de los más populares.

Anfiteatro de Segóbriga

Segobriga

Este anfiteatro lo podemos ver en la provincia de Cuenca, en la comarca de La Mancha. Allí, en el territorio en el que hoy en día se asienta el municipio de Saelices, a orillas del río Cigüela,los romanos fundaron , en el siglo II a.C., una ciudad a la que pusieron el nombre de Segóbriga, calculándose que el anfiteatro fue levantado entre los siglos Y y II d.C.

A pesar de haber sufrido a lo largo de los siglos algunas expoliaciones, se encuentra bien conservado, lo cual se puede agradecer al hecho de que, a pesar del abandono sufrido, los habitantes de la comarca lo usaban como granero y como corral para algunos de sus animales.

Este anfiteatro tiene una longitud de 75 metros, y tenía capacidad para 5.500 espectadores. Fue construido para que tuvieran lugar en él las luchas entre gladiadores, así como las que se llevaban a cabo entre fieras e incluso entre hombres y fieras.

La zona en la que se hallan sus restos está declarada actualmente Parque Arqueológico de Segóbriga, y el anfiteatro es Patrimonio Histórico de España, además de Bien de Interés Cultural.

Anfiteatro de Mérida

Teatro romano merida

Es uno de los anfiteatros más conocidos del país, y está declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. En el lugar en el que ahora se encuentra esta localidad, Octavio Augusto fundó, en el año 25 a.C. una colonia romana conocida con el nombre de Emerita Augusta. Sus habitantes fueron quienes levantaron este magnífico anfiteatro en el año 8 a.C., el cual estaba destinado a las distintas luchas entre gladiadores o entre fieras, incluso a las que tenían lugar entre hombres y fieras.

Este anfiteatro mide 125 metros de largo, y las gradas del mismo tenían capacidad para acoger a unos 15.000 espectadores. Había una fila que estaba destinada a la clase dirigente, así como dos tribunas, que se hallaban frente al pasillo central.

Anfiteatro de Cartagena

Teatro romano cartagena

Construido en la antigua Carthago Nova, la actual Cartagena, se cree fue edificado a lo largo del siglo Y d.C. Se empleó para ello piedra volcánica que procedía de un volcán de la misma localidad de Cartagena, conocido como el Cabezo Beaza, actualmente ya extinguido pero del que podemos observar aún los restos. La capacidad del anfiteatro era para poder albergar entre 10.000 y 11.000 personas.

A pesar de que la existencia del anfiteatro siempre fue, no sólo conocida, sino también visible, situado en lo alto de la colina conocida como Cerro de la Concepción, en el siglo XIX se cometió el gran disparate de construir encima de él una plaza de toros. En la actualidad se está intentando poner remedio a dicha atrocidad, y se ha creado una fundación cuyo objetivo es la recuperación del anfiteatro. Para ello, se están llevando a cabo excavaciones, parte de las cuales han resultado no demasiado difíciles al ser la plaza de toros de menor tamaño. Sin embargo, la pretensión, por supuesto, es la exclavación completa e integral de la edificación.

Anfiteatro de Itálica

Anfiteatro Italica

Este anfiteatro lo podemos ver en la provincia de Sevilla, en la antigua Itálica, una localidad que se situaba en el mismo lugar en el que hoy encontramos el municipio de Santiponce, a sólo 7 kilómetros de la ciudad de Sevilla, y que fue la primera que los romanos fundaron en España.

Se calcula que el anfiteatro fue construido en el siglo II d.C., durante la época del emperador Adriano, Con una longitud de 156 metros, cabían en él nada menos que 25.000 espectadores. Las gradas se construyeron en tres niveles, separados por pasillos, estando destinada una de ellas a las mujeres y niños. Tenía también varias salas que hacían las funciones de templos, y en ellas se rendía culto a algunos dioses. También había una planta subterránea, en la que había diversos servicios.

Anfiteatro de Tarraco

anfiteatro tarraco

Este anfiteatro se encuentra en la antigua Tarraco, actualmente la ciudad de Tarragona. Se sitúa en un escenario de gran belleza, junto a las azules aguas del Mediterráneo y a la antigua muralla romana de la ciudad, y está declarado, conjuntamente con otras construcciones de la época, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Su construcción tuvo lugar en el siglo II d.C., época en que la persecución contra los cristianos era muy encarnizada, y muchos fueron los que dejaron su vida en la arena de este anfiteatro, entre ellos el mismo obispo de la ciudad. El lugar era utilizado también para las luchas entre gladiadores y para las competiciones atléticas.

Construido en una zona con pendiente, las gradas están hechas aprovechando las rocas. Medía 130 metros de largo, y su capacidad permitía la entrada de 15.000 espectadores. Habia una planta subterránea, donde se encerraba a las fieras y se hacía aguardar a los gladiadores, con un montacargas que subía hasta la arena.

Anfiteatro de Córdoba

Construido en el siglo Y d.C., este anfiteatro de la ciudad de Córdoba fue el más grande de los levantados por los romanos en nuestro país. Sólo hemos de considerar que las gradas alcanzaban los 20 metros de altitud, siendo su longitud de 178 metros, capaz de albergar a un número de espectadores entre los 30.000 y los 50.000.

Aunque la existencia de este anfiteatro era conocida desde siempre, no se sabía con exactitud el lugar en el que se encontraba. El descubrimiento tuvo lugar en el año 2002, cuando se llevaron a cabo unas excavaciones arqueológicas en unos terrenos que se hallan junto a la Universidad de Córdoba. El descubrimiento de unas inscripciones de gladiadores demostró enseguida que se trataba del “desaparecido” anfiteatro, abandonado puede decirse desde el siglo IV. Se planea ahora, además de su excavación integral, construir junto a él un centro de interpretación del mismo.

2 comentarios en “Anfiteatros romanos en España, un recorrido por ellos”

  1. Perdonad si molesta el siguiente comentario, pero es que hay un par de cosas incorrectas y confusas en este artículo, que suelen ser un error frecuente y conviene aclarar para que los lectores no sigan incidiendo en el. Mezcláis dos tipos de edificios distintos. No es lo mismo un anfiteatro que un teatro. El anfiteatro era el lugar para el circo romano, para que nos entendamos. El teatro es eso, un teatro, con una sola grada semicircular. Los que aparecen en las fotos de Mérida y de Cartagena son teatros, aunque estas dos ciudades también tienen anfiteatros y el de Cartagena, efectivamente, está bajo la vieja plaza de toros.

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