Las Barrancas de Burujón conforman uno de los paisajes más espectaculares de la provincia de Toledo. Se encuentran a unos 30 kilómetros de la ciudad de Toledo y en el año 2010 fueron declaradas Monumento Natural por el gobierno de Castilla-La Mancha para asegurar su conservación.
Este espacio natural está formado por las aguas del embalse de Castrejón y por las cárcavas de arcilla rojiza y las vistas desde el sendero que discurre junto a los acantilados recuerda al Gran Cañón de Colorado en Estados Unidos, por lo que se le conoce también como el Cañón del Colorado de Toledo.
Las Barrancas de Burujón también conocidas Barrancas de Castrejón y Calaña y las cárcavas en general, se formaron por la acción del agua durante 25 millones de años. Ya durante el periodo del mioceno, lo que hoy en día es el río Tajo horadaba el terreno arcilloso.
Esta acción llevada a cabo durante milenios ha dado lugar a escarpados acantilados de más de un kilómetro que, junto con el posterior embalse inaugurado en 1967, lo convierten en uno de los lugares más bonitos que ver en Toledo. Su punto más alto es el Pico del Cambrón con 120 metros de altura.
Qué ver en las Barrancas de Burujón
Senda ecológica de las Barrancas
En el año 2002 se inauguró esta ruta en las Barrancas de Burujón, creando un camino de tierra que lleva desde el aparcamiento público de las barrancas hasta el embalse y pasa por cada uno de los miradores que permiten disfrutar del monumento natural.
Hay que tener mucho cuidado durante toda la ruta, especialmente si se va con niños o mascotas. Los acantilados no tienen barreras ni ninguna protección para preservar el paraje, por lo que no hay que acercarse al borde y hay que extremar las precauciones.
Mirador del Cambrón
La ruta comienza en el aparcamiento, junto a un bar, y caminar durante 10 o 15 minutos atravesando tierras de cultivo se llega al primer mirador.
El mirador del Cambrón es uno de los balcones con vistas donde podremos contemplar el impresionante paraje natural de las Barrancas junto con el embalse de Castrejón y rodeado al fondo de las llanuras manchegas.
Mirador de los Enebros
Si se continua la ruta desde el mirador del Cambrón, los acantilados en sí mismos hacen la función de miradores. Sin embargo, caminando un poco más, menos de 2 kilómetros desde el inicio de la ruta, se llega al mirador de los Enebros. Este camino está acondicionado para personas con movilidad reducida y se puede recorrer en coche si se tiene permiso para acceder.
Durante el recorrido de la senda ecológica encontraremos diversos paneles informativos que nos mostraran tanto la flora como la fauna que podemos ver en el lugar. Aunque este punto es el final de la senda ecológica como tal, hay otro camino más estrecho y empinado que llega hasta la orilla del embalse.
Merenderos
Junto al mirador de los Enebros hay una zona de merenderos, pero no son muchos, así que durante los fines de semana y los periodos vacacionales están muy concurridos.
Este lugar es ideal para disfrutar de las mejores vistas de las Barrancas de Burujón, sin olvidar respetar al máximo un espacio protegido como este sin tirar basura y sin alterar el entorno natural.
Fauna
Aunque en este paraje viven muchas especies de animales, las protagonistas son las aves. Además de aves comunes como las palomas o los patos, en el embalse y en sus alrededores viven especies protegidas como los halcones peregrinos, los buitres negros y las águilas.
Cómo llegar a las Barrancas de Burujón
A las Barrancas de Burujón solo se puede llegar en transporte particular siguiendo la carretera CM-4000. Tenemos que estar atentos ya que a la altura del kilómetro 26 entre Toledo y Talavera de la Reina está la salida que indica las Barrancas de Burujón, pero no está especialmente bien señalizada así que hay que ir atento.
Viniendo desde Toledo, el desvío está situado a la izquierda. Tienes que tener en cuenta que el camino hasta llegar a las Barrancas es un camino de tierra que va entre cultivos, aunque nos encontraremos con señales que nos irán indicando. Muy cerca del desvío queda el aparcamiento y una vez dejemos el coche en el aparcamiento, tendremos que recorrer 1 kilómetro hasta llegar al mirador del Cambrón, donde tendremos unas espectaculares vistas de las Barrancas.
¿Cuándo visitar las Barrancas de Burujón?
Cualquier época del año es buena para visitar las Barrancas de Burujón, ya que la senda que recorre los acantilados está totalmente acondicionada.
Sin embargo, lo ideal es elegir el otoño o la primavera, estaciones en las que las temperaturas son más suaves. Durante el verano o el invierno, al ser una zona tan despejada y desprotegida, el sol y el frío son duros. Se recomienda tener especial cuidado los días de lluvia (por ser un camino de tierra que se podría convertir en lodo) o los días de mucho viento por las peligrosas alturas.
