Los buenos resultados del sector turístico español en 2011 no han impedido que la cúpula rebaje su sueldo, voluntariamente, el año en que crecen las cifras de visitantes extranjeros y aumenta el gasto medio por persona.
El grupo hotelero ha puesto en marcha un ambicioso plan de eficiencia cuando el sector pasa por su mejor momento y tiene visos de convertirse en uno de los ejes futuros de la maltrecha economía española.
Y no es la primera vez que los criterios de austeridad se instalan, ya en 2009 se llevó a cabo otra acción aún más radical con recortes del 65% en variables de la cúpula y del 44% en el consejo de administración.
No marcan tendencia
Paralelamente, desde que estallara la crisis financiera mundial los consejeros de las empresas del Ibex aumentaron sus ingresos en un 16%. Y aunque se trata de sectores diversos, se plantea la duda, ¿qué camino seguir? ¿es mejor recoger beneficios por lo que pueda suceder o reinvertir en el negocio para mañana?
Parece que algunas empresas se han dado cuenta de la imposibilidad del crecimiento infinito o el aumento de ingresos perpetuo y han apostado por un plan a largo plazo que garantice la viabilidad de su proyecto.
En su integración pretende evitar duplicidades y reducir sus costes en un 10% en dos años. Quizá es una pista para hoteles, casas rurales y empresas del sector: recoger en tiempos de bonanza sí, pero sin descuidar la tierra.