El País Vasco es siempre, sin ninguna duda, una buena opción a la hora de elegir un destino para pasar un fin de semana o unos días de vacaciones, y ello por varios motivos. Ante todo, la belleza de su entorno natural, tanto su atractivo litoral lleno de atractivas playas y pequeñas calitas, que se combinan con abruptos acantilados y rocas, como su interior, con sus montañas y praderas, impresionantes con su variada gama de tonalidades verdes salpicadas con sus tipicas casas de piedra.
Si lo elegimos como destino de nuestro viaje, especialmente si optamos por la provincia de Vizcaya, no debemos dejar de visitar una localidad que a buen seguro no vamos a olvidar jamás. Se trata del municipio de Gatika.
Esta atractiva población se encuentra situada en la comarca de Uribe. Es un pequeño y tranquilo pueblo en el que viven solamente unos 1500 vecinos, y que encontraremos muy cerca de la capital provincial, la ciudad de Bilbao, de la que dista 20 kilómetros.
Aunque son muchos los alicientes que pueden atraer al viajero a acercarse hasta este municipio, como su bello entorno natural en el que destaca su verde vegetación, así como la riqueza de su legado histórico, es sin duda su fantástico castillo lo que más fama ha otorgado a la localidad.
Conocido como Castillo de Butrón, se trata de un edificio medieval, que fue levantado en el siglo XIII. Se encuentra situado en las afueras de la localidad, rodeado de una frondosa vegetación, un enclave bucólico que se convierte en el escenario ideal para tal construcción.
Casi con la certeza de no equivocarnos, podríamos decir que se trata de uno de los castillos más bellos del mundo, ya que su apariencia es la que todos imaginamos cuando oímos narrar un cuento que nos habla de castillos.
Es curioso actualmente pensar que el edificio, cuando fue construido, no tenía en absoluto la finalidad de acabar siendo un castillo, y que su verdadera finalidad era la de ser una torre residencial.
Sin embargo, un siglo después de ser levantado, la misma familia Butrón, dueña del edificio, deseosa de ejercer su dominio sobre todo el territorio, lo fue convirtiendo en una poderosa fortificación, desde la cual sus miembros dominaban toda la comarca con su ejército, de manera implacable y con una total tiranía, protegidos por el amparo y el refugio que la fortaleza suponía.
Esta situación se alargó hasta el siglo XVI, en que el edificio quedó vacío y fue cayendo poco a poco en un lamentable estado de abandono.
Casi en estado ruinoso, el Castillo fue adquirido, ya en el siglo XIX, por el Marqués de Torrecillas, quien lo salvó de estos tres siglos de absoluto abandono, realizando en el mismo importantes reformas. El deseo del nuevo dueño de la fortaleza era conseguir que el edificio se asemejara a los hermosos castillos construidos en Baviera, y desde luego lo consiguió. El resultado fue esta maravillosa obra que podemos contemplar actualmente, ya que no se ha llevado a cabo desde entonces ninguna otra reforma.
El Castillo desprende magia y fantasía, y realmente nos transporta a remotos países de cuentos de princesas, hadas y dragones.
Son abundantes en el edificio las torres y las almenas, junto a un bosque de robles y rodeadas de unos bellos jardines. Se aconseja dar un relajante y tranquilo paseo por los mismos, ya que se trata de un verdadero jardín botánico, en el que podremos ver una gran variedad de flora, con especies que seguramente jamás hemos visto, muchas de ellas autóctonas, destacando asimismo un gran número de ejemplares de plantas exóticas. Podremos además durante nuestro recorrido admirar algunos árboles sobresalientes, como un hermoso cedro japonés, o un peculiar pino cuya altura alcanza los 31 metros.
Lo más destacable en cuanto al interior del Castillo es que está construido de manera laberíntica. Dentro del mismo hay un gran número de corredores y pasillos que nos llevan a las diferentes estancias, un lugar en el cual no resulta nada difícil perderse.
Quienes tengan la suerte de que su visita a Gatika tenga lugar a principios del mes de junio, podrán participar en un evento que tiene lugar en los jardines del Castillo, la Feria Medieval Mercado de las Culturas, un retorno al pasado, en el que durante unos días tienen lugar distintos espectáculos y actividades, todas ellas relacionadas con el medioevo, como talleres, teatro, exhibiciones de cetrería, un concurso de trajes de la época medieval y venta de productos relacionados con la temática. La perfecta puesta en escena, junto al incomparable marco en que el evento se lleva a cabo, hace que realmente experimentemos la sensación de haber vuelto a épocas pasadas.
Ya que nos encontramos en Gatika, no debemos dejar de conocer el resto de su legado histórico, como su Iglesia Parroquial o un edificio que data de principios del siglo XX, que era la antigua escuela de la localidad, y que más tarde alojó durante un tiempo al Consistorio. Aunque quizás lo más destacable sea su arquitectura popular, especialmente algunos de sus bellos caseríos.
En sus alrededores vamos a encontrar también un patrimonio natural de valor incalculable, con parajes de tal belleza como el Valle de Asúa, la Vega del Butrón por la que cruza el río que le da nombre o su abrupta franja costera llena de atractivos acantilados.
1 comentario en “El Castillo de Butrón, recién salido de un cuento”