Uno de los más atractivos y majestuosos castillos de nuestra geografía lo encontraremos en la provincia de Valladolid, en la comunidad castellano-leonesa, y más concretamente en la localidad de Medina del Campo. Se trata del conocido como Castillo de la Mota, declarado Bien de Interés Cultural.
A pesar de que se tiene constancia de que en el cerro de La Mota existía ya una fortaleza desde la época de Pedro I, es decir, en la primera mitad del siglo XIV, no se trata del castillo que actualmente conocemos, el cual empezó a construirse durante el reinado de Juan II de Castilla, entrado ya el siglo XV. Más tarde, es Enrique IV, monarca también de Castilla, el que se encarga de continuar con la obra, especialmente las que se refieren al recinto interior. Dicho rey es asimismo el que lleva a cabo la culminación de una de las partes más destacables y sobresalientes del edificio, su Gran Torre del Homenaje, que tiene 40 metros de altura.
Después de Enrique IV, el testigo pasa a los Reyes Católicos, artífices de la barrera defensiva, del foso que rodea el edificio y, especialmente, de la galería de tiro, una de las primeras, de entre todos los castillos existentes en Europa, en adaptarse al uso de la artillería, lo que lo convirtió en todo un ejemplo a imitar, toda una referencia en su época.
En lo que respecta a la apariencia del castillo y a los elementos que forman parte del mismo, cabe destacar su Torre del Homenaje, de planta cuadrada y 13’5 metros de ancho, siendo su altitud, como hemos anteriormente mencionado, de 40 metros. También destaca su Patio de Armas, que tiene una portada gótica, obra de un artista musulmán, o la Capilla, que está consagrada a Santa María del Castillo y que muchos consideran como la estancia más bella del edificio, encerrando en su interior un gran número de valiosas obras de arte.
Los muros de este castillo han sido testigos de importantes acontecimientos, y han cobijado en ellos a personajes históricos de tanta envergadura como Isabel la Católica, que nació en la localidad de Madrigal de las Altas Torres, a tan sólo 27 kilómetros de Medina del Campo, y que vino a acabar sus días en el Castillo de la Mota, dictando su testamento en una de sus estancias.
También vivió en él la heredera al trono de Castilla Doña Juana, conocida popularmente como Juana la Loca, que deseaba marchar del mismo e irse a Flandes para reunirse con su amado Felipe, y sufrió un grave ataque de locura entre los muros del castillo, en el cual se encontraba de hecho encerrada por orden de sus progenitores, aunque ella no lo sabía.
César Borgia es otro de los personajes relacionados con este castillo, ya que estuvo preso en él, escapando del mismo al descolgarse de la torre ayudado por un sirviente.
A pesar de la época de esplendor que vivió el castillo, y tal como suele suceder, el edificio fue cayendo en desuso con el paso del tiempo, empezando para él el declive. Sin embargo, a principios del siglo XX es declarado Monumento Nacional, lo que provoca que se lleven a cabo en él diversas restauraciones, instalándose en él, en la década de los 40, una escuela de mandos de la Sección Femenina de Falange.
Actualmente, el castillo es propiedad de la Junta de Castilla y León, y en su interior se llevan a cabo actividades culturales como talleres, exposiciones, cursos, conferencias y otros eventos de la misma índole.
En el año 2007 se inauguró además un Centro de Recepción de Visitantes, que organiza visitas guiadas por el castillo y en el cual, dado que dicho centro se asienta encima de un importante yacimiento arqueológico perteneciente a la Edad del Hierro, se muestra también éste al visitante, facilitándole todo tipo de información.
Cabe aclarar que la visita al castillo puede llevarse a cabo por nuestra cuenta, de manera libre, siendo en este caso gratuita. Si la hacemos a través del centro se paga entrada, pudiendo escogerse entre distintos tipos de visita, como por ejemplo visitas temáticas, visitas teatralizadas, visitas didácticas y otras más.
Medina del Campo es una localidad con un patrimonio de una gran riqueza, y dispone de otras obras además del Castillo de la Mota, por lo que deberíamos aprovechar la visita para poder admirar también algunos de los monumentos que forman parte de su legado, como la Colegiata de San Antolín, que se encuentra en pleno centro del municipio. Se trata de un majestuoso edificio, que, aunque mayoritariamente es de estilo gótico, presenta elementos de muchos otros estilos, y que guarda en su interior un verdadero tesoro en arte, empezando por el Pendón de los Reyes Católicos, que es custodiado aquí, su órgano o su retablo plateresco, obra de artistas de renombre. También cabe destacar su Capilla de las Angustias, cuya autoría corresponde a Alberto de Churriguera.
Un extraordinario texto con muchos datos de interés.
Lo que no es ajustado a la historia es que Isabel de Castilla muriese en el castillo de la Mota y que en sus estancias muriese.
Ambas cosas sucedieron en el palacio testamentario de Medina del Campo.
Por eso tiene a día de hoy ese nombre.
Muchas gracias por el artículo y su divulgación.