Riópar es un municipio castellano-manchego que se encuentra en la provincia de Albacete, en plena Sierra de Alcaraz. Es uno de los pertenecientes al llamado Señorío de las Cinco Villas, un atractivo pueblo serrano lleno de paz y tranquilidad. Por lo que más conocida es dicha localidad, es por hallarse dentro de su término municipal uno de los espacios más bellos y espectaculares de nuestra geografía, el paraje en el que tiene lugar el nacimiento del río Mundo.
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Este río es el principal afluente de los que tiene el río Segura, y nace en pleno Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima, en el punto conocido como Cueva de los Chorros. Muchas son las personas que se acercan a este lugar para poder contemplar la bella imagen de sus aguas precipitándose y formando una gran catarata.
Y no es para menos, ya que el espectáculo que se origina dentro de esta cueva es algo único e irrepetible. El agua sale de golpe y con una fuerte presión, al producirse dentro de la cueva el fenómeno conocido como “reventón”, formando una verdadera explosión de agua y luz.
Para entenderlo mejor, cabe comentar que todo tiene su origen en el conocido como Calar del Mundo, una plataforma que mide unos 15 kilómetros de longitud por unos 4 de anchura, y que contiene en su interior un gran número de galerías y cuevas, por las cuales circulan las aguas procedentes de las lluvias y de las nieves, que se han filtrado en el calar. Cuando dichas aguas llegan a la Cueva de los Chorros, encontrando entonces un punto de salida, se despeñan al vacío entre las rocas, dando toda la sensación de que la cueva acaba de reventar y formando una espectacular catarata de unos 300 metros de altitud, provocando a continuación un gran número de cascadas y saltos de agua , algunas de ellas de más de 100 metros de altitud, para remansarse después dichas aguas formando pozas de aguas cristalinas, conocidas por los vecinos de la zona como “Las Calderetas”.
Los cursos del agua han ido erosionando, con el transcurrir de los años, el entorno por el que discurren, formando unos paisajes que se caracterizan por su gran belleza, de un incalculable valor geológico, además de su indudable riqueza en cuanto a su flora y su fauna, destacando en cuanto a esta última especies como el águila real o el buitre leonado.
Hay que advertir que, aunque para visitar este maravilloso espacio protegido no nos hace falta solicitar ningún trámite ni permiso, sí nos va a ser necesario si lo que queremos es subir hasta la Cueva, en cuyo caso deberemos solicitar un permiso para ello en la Delegación de Medio Ambiente de Albacete.
Además del nacimiento del río Mundo, la zona guarda aún otros bellos parajes de los que disfrutar, como el lugar conocido como Charco de las Truchas, muy cerca de la Cueva de los Chorros, un precioso rincón en que lo primero que llamará nuestra atención será la gran abundancia y variedad de árboles, de muchas especies diferentes. Al adentrarnos más hacia el lugar, descubriremos otro bellísimo regalo de la naturaleza, ya que dichos árboles se encuentran rodeando un lago de aguas limpias y cristalinas, en el que enseguida nos daremos cuenta de que son muy abundantes las truchas.
Se trata de un escenario bucólico y con un gran encanto, quizás en gran parte debido a que se trata de un enclave al que sólo se puede llegar andando. Encontraremos junto al lago una pequeña fuente, con unos bancos y mesas de piedra, un rincón donde podemos pasar un día agradable y relajado, un lugar tranquilo y bello en el cual el silencio sólo es roto por el ruido del agua o de algún pájaro.
En nuestra visita no debemos dejar de acercarnos al antiguo Riópar, el Riópar viejo, de origen romano y después en poder de los musulmanes, que se encuentra separado del Riópar actual. Se trata de la antigua villa medieval, durante muchos años abandonada pero que en los últimos tiempos, y gracias al esfuerzo de muchas personas, se ha conseguido en gran parte recuperar su interesante casco antiguo, con acciones como la remodelación que se ha llevado a cabo en su antigua iglesia parroquial, consagrada al Espíritu Santo y construida en el siglo XV. También hay la Iglesia de la Virgen de los Dolores, de estilo gótico y del siglo XV.
Al acercarnos a este despoblado municipio, podremos contemplar también su castillo del siglo XIII, en el que se están llevando a cabo reformas para evitar que caiga en estado ruinoso, y del cual destaca su torre del homenaje y una preciosa fuente que hay junto al mismo. Cabe mencionar que en su interior se halla el antiguo cementerio.
El actual Riópar nació a finales del siglo XVIII al establecerse, en el lugar en que actualmente se enclava, las Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz, por orden de Carlos III, dedicadas al bronce y al latón. Por ello, en un principio el municipio fue conocido con el nombre de Fábricas de Riópar.
Actualmente, la economía de esta localidad, la cual está formada por un gran número de pequeños núcleos dispersos, cada uno de ellos con muy pocos habitantes, se sustenta básicamente del turismo rural, gracias a sus recursos naturales y a sus parajes de considerable belleza.
Sencillamente precioso, no lo conocía pero me lo apunto.
Enhorabuena por el post, es genial
Saludos,