Uno de los espacios protegidos más espectaculares que podemos visitar si viajamos a la comunidad castellano-manchega lo encontramos entre las provincias de Ciudad Real y Albacete. Se trata de las Lagunas de Ruidera, para muchos el humedal más hermoso de todos los que se hallan en nuestro país, declarado Parque Natural.
El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera forma parte, junto con el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, de lo que se ha venido denominando “La Mancha Húmeda”, declarada Reserva de la Biosfera y de una gran importancia medioambiental por la riqueza tanto de su fauna como de su flora. Se ubica en el Alto Valle del Guadiana, que hace de frontera natural entre las provincias de Ciudad Real y Albacete.
Foto vía: Flickr
Las Lagunas de Ruidera conforman un paraje espectacular, de una gran belleza. Se trata de 15 lagunas rodeadas de una frondosa y espesa vegetación, en un entorno inolvidable, todas ellas conectadas entre sí a través de cascadas y saltos de agua. De hecho, más que de lagunas podríamos hablar, en un sentido estricto, de remansos o grandes pozas de agua, de aguas cristalinas y muy recomendables para el baño.
Cada una de las 15 lagunas tiene su propio nombre, que relacionamos a continuación para aquéllos que sientan curiosidad por conocerlos, y que son, en estricto orden en el sentido ascendente de las aguas, Cenagosa, Caladilla, Cueva Morenilla, Del Rey, Colgada, Batana, Santos Morcillo, Salvadora, Lengua, Redondilla, San Pedro, Tinaja, Tomilla, Conceja y Blanca. Había otra laguna, conocida como Taza, que fue desecada para poder llevar a cabo en ella la instalación de un camping.
El Parque es un destino ideal para pasar unos inolvidables días en contacto con la naturaleza, y nos ofrece un sinfín de posibilidades, entre ellas la contemplación y conocimiento de su flora, entre la que se encuentran nada menos que más de 800 diferentes especies.
También su fauna es muy interesante y de una gran riqueza, especialmente para los aficionados a las aves, que encontrarán en estas lagunas un verdadero paraíso. Podrán ver rapaces como el llamado aguilucho lagunero, así como aves acuáticas, entre ellas los ánades o los porrones. Con un poco de suerte, los aficionados a la ornitología podrán contemplar también interesantes espectáculos protagonizados por estos animalillos, como es el caso de los somormujos, que construyen nidos flotantes encima de las aguas al emparejarse. Y, en la época de invierno, habitan en el lugar asimismo algunas especies como el calamón o el porrón moñudo.
Muchas son las interesantes rutas y excursiones que se pueden hacer en este Parque Natural, así como un considerable número de actividades, como los paseos en bicicleta o a caballo, las rutas en 4×4 o incluso los deportes acuáticos, como la vela o el submarinismo, que se pueden practicar también en el Embalse de Peñarroya, alimentado con las aguas del río Guadiana y un lugar ideal también para los aficionados a la pesca deportiva.
Junto a este embalse podemos ver el Castillo de Peñarroya, encima de una gran roca y dominando un acantilado encima del Guadiana. Se encuentra en buen estado, ya que se han ido llevando a cabo en él algunas reformas, y cabe destacar su patio de armas y su torre del homenaje. La fortaleza es de origen musulmán, y no se sabe a ciencia cierta su fecha de construcción, aunque sí se conoce que pasó a manos de los cristianos a finales del siglo XII, y que llegó a ser propiedad de los Caballeros Hospitalarios.
En el Parque podemos visitar asimismo la Cueva de Montesinos, que se halla en el término municipal de la localidad de Ossa de Montiel, en la provincia de Albacete, de unos 80 metros de profundidad, dentro de la cual podremos ver una laguna formada con las aguas filtradas de la lluvia, la cual, según estudios realizados, se encuentra comunicada con las que llamamos Lagunas de Ruidera. Sin embargo, lo que ha hecho famosa esta cueva, es que la misma es mencionada por Miguel de Cervantes en su obra Don Quijote de la Mancha. En ella el escritor hace pasar al hidalgo castellano unas largas horas en el interior de dicha cueva.
Quienes deseen verla, deben saber que existe un horario de visitas, de martes a domingo, de 10’00 a 14’00 h. por la mañana y de 17’00 a 20’00 h. por la tarde, con visitas guiadas y donde podemos pasar un agradable día, ya que hay, entre otros servicios, piscina y zona de barbacoa.
En esta misma localidad de Ossa de Montiel podemos además visitar uno de los monumentos más significativos de la zona, la Iglesia de Santa María Magdalena, declarada Bien de Interés Cultural, un bello edificio de una sola nave construido en el siglo XVI, en el que destaca su coro, que se halla sujeto por columnas.
El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera abarca dentro de él interesantes localidades, muchas de las cuales disponen de un legado arquitectónico e histórico muy considerable, como Argamasilla de Alba, donde podemos visitar la Cueva de Medrano, la Iglesia de San Juan Bautista o la Ermita de San Antón, o como Villahermosa, donde es visita obligada su iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, un edificio gótico de una gran belleza, o la hermosa Laguna Blanca, que se sitúa en sus afueras.