Valdemeca es un pequeño municipio de la comunidad de Castilla La Mancha. Se ubica, a 1321 metros de altitud sobre el nivel del mar, al noreste de la provincia de Cuenca.
Valdemeca es un pueblo tranquilo, cuyos habitantes no llegan al centenar, situado en pleno Parque Natural de la Serranía de Cuenca, rodeado de maravillosos parajes. Se trata de un destino ideal para el descanso y para pasar unos inolvidables días en contacto con la naturaleza, descubriendo los atractivos rincones de sus afueras, así como su gran riqueza en lo que a fauna y flora se refiere.
Los senderistas tendrán aquí la posibilidad de realizar rutas de gran interés, como las llamadas Ruta de las Fuentes, Ruta de la Casa del Cura o Ruta de los Prados. Asimismo, se pueden conocer algunos espacios protegidos muy próximos y que vale la pena no perderse, como el Monumento Natural de Palancares y Tierra Muerta, un lugar de gran belleza muy poco conocido, formado por un conjunto de 22 torcas y 7 lagunas.
Pero, pese a que todo lo expuesto es suficiente motivo por sí solo para acercarnos hasta estas tierras, y a las posibilidades que nos ofrece el enclave de la localidad en el mencionado Parque Natural de la Serranía de Cuenca, actualmente se une a ello otro reclamo, que convierten Valdemeca en una población que no se debe dejar de visitar, y para la cual tenemos que reservar un fin de semana que, a buen seguro, resultará inolvidable. Se trata de la creación, en las afueras de la localidad, del conocido como Paisaje Ilustrado de Valdemeca.
Se trata de un auténtico museo al aire libre, que ocupa un espacio de unos 2 kilómetros cuadrados junto a la localidad. Un peculiar museo que nos muestra escenas con oficios y tradiciones con personajes de la vida cotidiana de Valdemeca, obra del artista Luis Zafrilla, hijo de esta localidad.
Luis Zafrilla vive actualmente ha vivido gran parte de su vida junto al Mediterráneo, cuyas luces ha sabido plasmar excelentemente en gran parte de sus obras. Con su regreso a su pueblo natal, donde tuvo una difícil niñez, pone su arte al servicio de sus convecinos, ofreciendo al pueblo uno de los mejores obsequios que podía otorgarle: este Paisaje Ilustrado que refleja el día a día de sus habitantes y de este atractivo pueblo, y que ofrece al viajero un motivo más para acercarse hasta Valdemeca.
El paisaje lo forman 18 conjuntos que representan escenas cotidianas normales en la localidad, abarcando la época que va desde la postguerra hasta el día de hoy.
Las obras se componen de figuras a tamaño natural, hechas con acero Corten, que las protege de la corrosión. Dichas figuras han sido ancladas en el suelo y, posteriormente, pintadas con pintura al poliuretano. Están perfectamente integradas en el entorno natural en el que se encuentran, y en ellas podemos ver reflejados a muchos vecinos del pueblo, e incluso al artista, que podremos contemplar sentado en el grupo que se halla en la plaza de toros. Observando estas figuras, nos llegan a parecer escenas reales, y es posible que hasta nos parezca que alguna tiene hasta movimiento.
Uno de los conjuntos que llama más la atención es el que se encuentra en la zona del merendero, y que nos muestran una serie de juegos muy populares antaño, pero actualmente ya olvidados, entre ellos el estiragarrote, el chinche preñao, la estornija, el trabajasapos, la péndola o el tieso, muchos de los cuales las personas de más edad recordarán, sintiendo quizás añoranza de unos tiempos duros en los que las personas habían aprendido a distraerse y a ser felices prácticamente sin nada.
Otro grupo remarcable es el que se sitúa en la entrada del pueblo, en el que se reflejan las fiestas patronales de la localidad, dedicadas a la Virgen de Belén.
Algunos de los grupos, especialmente aquéllos que representan actividades laborables de las que realizaban antaño en el pueblo, nos hacen reflexionar, y nos hacen dar cuenta enseguida de que la vida en aquellas tierras no debía ser nada fácil antaño, y que muchos fueron los esfuerzos y sacrificios necesarios hasta llegar al día de hoy. Estos sentimientos nos son transmitidos claramente por obras como la construcción de un muro a base de piedras, el trabajo tan cotidiano entonces como separar el grano de la paja o el transporte de mercancías por estas frías tierras sin otro medio de transporte que un burro.
Entre el resto de obras veremos niños, cabras, dos mujeres que se encuentran junto a un gran árbol, deteniéndose un ratito a charlar entre ellas, posiblemente poniéndose al corriente de los últimos “sucesos” acaecidos en el pueblo. También sobresalen otras como la procesión, la mujer con su crío y su burro, las dos abuelas con sus típicos atuendos y sus cestas de paja, o la pareja de guardias civiles, personajes tan frecuentes durante la postguerra en este tipo de parajes.
Está previsto que el proyecto sufra en un futuro próximo una ampliación, por lo que irán apareciendo otros grupos, con la finalidad de que otros pueblos de la zona queden unidos a este Paisaje Ilustrado, formando también parte del mismo.
Antes de terminar, hemos de hacer hincapié en que, quienes acudan a Valdemeca para disfrutar de su entorno natural y de este peculiar y atractivo Paisaje Ilustrado, pueden alojarse en alguna de las casas rurales en Cuenca, donde podrán disfrutar de entornos como este y de la excelente gastronomía de la zona, que contiene platos fuertes y contundentes, tal como suele suceder en los espacios en los que los inviernos son duros y fríos.
Entre los platos típicos del lugar sobresalen la caldereta de cordero, el morteruelo, las gachas, el ajo arriero, las migas ruleras, el estofado de jabalí, la trucha con jamón o el conocido como embutido de orza, principalmente el chorizo, el lomo, la morcilla o las costillas.
Fotos: El Escaleron
