La comunidad autónoma de Castilla-La Macha comprende las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo. Este territorio ocupa la mayoría de la submeseta sur bajo el Sistema Central y se caracteriza por tener dos tipos de relieve: la meseta y la zona montañosa.
Y entre las muchas cosas que ver en Castilla-La Mancha con sus múltiples municipios y su gran patrimonio de naturaleza, te ayudamos a descubrir los 7 parque naturales de Castilla-La Macha en los que disfrutar del entorno natural, de sus parajes y de las muchas actividades al aire libre que se pueden organizar.
Parques naturales de Castilla-La Mancha
Parque Natural Calares del Mundo y de la Sima
El Parque Natural Calares del Mundo y de la Sima es un espacio protegido que comprende parte del suroeste de la provincia de Albacete. El terreno montañoso está marcado por los diferentes cursos del agua que dejan paisajes kársticos (los calares) que se extienden por más de 19 mil hectáreas.
Entre los muchos puntos de interés del parque, destaca el conocido nacimiento del río Mundo con la cueva de los Chorros que esconde más de 50 kilómetros de galerías que acumular agua y dan lugar al famoso “reventón”, un fenómeno natural en el que el cauce del río sale con fuerza y atrae a turistas, pero también a científicos profesionales.
Parque Natural de las Lagunas de Ruidera
Este conjunto de 16 humedales conforma uno de los espacios más importantes y peculiares de Castilla-La Mancha y de toda España. La diferencia de altura del terreno hace que el agua discurra por saltos, arroyos y cascadas para que este sistema lagunar quede unido y de cobijo a una gran variedad de flora y de fauna que se puede conocer a través de las distintas rutas habilitadas.
Además de las lagunas de Ruidera repartidas entre Ossa de Montiel y Ruidera principalmente, el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera también tiene otros puntos de interés como las ruinas del castillo de Rochafrida, el castillo de Peñarroya, la casa del Rey o la cueva de Montesinos en la que Don Quijote pasó una noche según relató Miguel de Cervantes en su obra maestra.
Parque Natural del Alto Tajo
A medio camino entre las provincias vecinas de Guadalajara y de Cuenca, el Parque Natural del Alto Tajo comprende el territorio de gran valor que ha formado el cauce de este río principal de la Península Ibérica. Este espacio protegido de más de 100 mil hectáreas, además de los bosques y de los afluentes, comprende distintos microhábitats, Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), parajes que se pueden conocer gracias a sus múltiples rutas y muchas opciones de ocio.
Entre los muchos puntos de interés que ver en el Parque Natural del Alto Tajo se encuentra el barranco de la Virgen de la Hoz en Ventosa, el Geoparque Molina-Alto Tajo y la laguna de Taravilla, también conocida como la laguna de la Parra en Taravilla. Además, los distintos centros de visitantes organizan actividades por el parque y dan más información sobre las opciones de ocio de este espacio protegido.
Parque Natural del Barranco del Río Dulce
Al norte de la provincia de Guadalajara se sitúa el Parque Natural del Barranco del Río Dulce, un espacio protegido que abarca parte de los territorios de Algora, Mandayona, Mirabueno, Saúca, Sigüenza y Torremocha del Campo con sus 8 mil hectáreas.
El resultado de la erosión durante milenios ha dado como resultado el barranco del Dulce y todo su entorno natural. Este relieve tan llamativo da lugar a cascadas estacionales, torcas, meandros y un sinfín de parajes que pueden conocerse gracias a las rutas habilitadas para hacer a pie o en bicicleta como la hoz de Pelegrina o la que lleva al mirador Félix Rodríguez de la Fuente.
Parque Natural Serranía de Cuenca
Muy próximo al Parque Natural del Alto Tajo, el Parque Natural de la Serranía de Cuenca ocupa 73 mil hectáreas de 10 municipios y de la sierra con la que comparte nombre. Este espacio protegido tiene una de las masas forestales más importantes de toda la península, especialmente de pinar, y alberga imponentes parajes.
Algunas de las principales cosas que ver en el Parque Natural Serranía de Cuenca son el Ventano del Diablo (un mirador), la Ciudad Encantada con curiosas formaciones, el Parque Cinegético de El Hosquillo, el nacimiento del río Cuervo, las Torcas de los Palancares con sus dolinas que superan los 90 metros de profundidad, las lagunas de Cañada del Hoyo declaradas Monumento Natural y la laguna de Uña con su bonita ruta de senderismo del Escalerón a la Raya.
Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara (Hayedo de Tejera Negra)
Como su nombre indica, el Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara comprende esta zona de la provincia y engloba a las sierras de Pela y de Ayllón. También incluye otros espacios protegidos que existían previamente como la Reserva Natural del Macizo del Pico del Lobo-Cebollera y el Parque Natural del Hayedo de Tejera Negra, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su importancia y su buena conservación.
El relieve tan accidentado del terreno viene dado por el conjunto montañoso que lo forma gracias a los macizos y las sierras de esta zona. Además de su importancia botánica, hay una enorme variedad de fauna y unos pintorescos pueblos con unas características arquitectónicas muy particulares que forman la Ruta de los Pueblos Negros de Guadalajara (Valverde de los Arroyos, Cogolludo, Majaelrayo, Tamajón…).
Parque Natural Valle de Alcudia y Sierra Madrona
Por último, entre los 7 parques naturales de Castilla-La Macha, no debe faltar el Parque Natural Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Su nombre viene porque abarca tanto el espacio de la sierra Madrona como el del valle de Alcudia al sur de la provincia de Ciudad Real, sumando casi 150 mil hectáreas.
Dentro de este espacio protegido hay parajes de gran importancia como el Monumento Natural Los Castillejos Volcánicos de la Bienvenida en Almodóvar del Campo, el volcán de Alhorín en Solana del Pino junto al embalse de Montoro, el Monumento Natural de la Laguna Volcánica de La Alberquilla en Mestanza o las microrreservas de murciélagos del Túnel de Niefla y sus diferentes áreas recreativas en las que descansan tras recorrer alguna de sus rutas.
