Uno de los más bien conservados y más bellos pueblos medievales de los que existen en la comunidad catalana lo encontramos en la provincia de Girona, concretamente en la localidad de Peratallada, declarada Conjunto Histórico-Artístico.
El municipio se ubica entre los atractivos parajes de la comarca del Bajo Ampurdán, en el punto en que confluyen las cimas del Macizo de Les Gavarres con la conocida como Riera Grossa.
La población se encuentra asentada en un gran peñasco. Es de una belleza que impacta, y conserva perfectamente su antiguo aspecto del medioevo, con sus callejuelas estrechas y edificaciones que nos hacen retroceder en el tiempo y volver a la época feudal. Dichas callejuelas desembocan todas ellas en la Plaza Mayor de la localidad, conocida también como Plaza de Les Voltes, uno de los puntos más bonitos del pueblo, de forma rectangular y rodeada de porches fortificados.
Entre las obras que forman parte de su patrimonio histórico destaca su Castillo fortificado. No se sabe con exactitud la fecha en que esta majestuosa fortaleza fue levantada, siendo la primera constancia documentada que se tiene de su existencia del año 1065, concretamente algunos documentos que hablan del “castillo de Petra Tallada”. Sin embargo, la estructura del edificio hace pensar a los expertos que en el mismo lugar había ya existido muchos años antes una fortaleza, alrededor de la cual se fue asentando la población.
Fue construido sobre roca dura, y se compone de dos edificios, el palacio y el castillo propiamente dicho, y se disponen rodeando ambos un patio central. La roca sobre la que se asienta el conjunto se encuentra 4 ó 5 metros por encima del terreno que lo rodea. Para que el castillo fuera de más difícil acceso se quiso aumentar la altitud cortando la roca verticalmente, tal como si fuera una pared. De aquí se supone procede el nombre de la localidad, Peratallada, que en castellano significa “piedra cortada”.
Del castillo destaca su Torre del Homenaje, que se encuentra rodeada por una muralla, y que se ha convertido en todo un icono y un símbolo de identidad del municipio. Es una torre de forma rectangular, coronada en su parte superior por almenas, y en la que destacan sus sillares, que se encuentran haciendo esquina. Sus medidas son de 8 por 4 metros, y su puerta tiene 7 metros de alto. El grosor de las paredes es de 1’5 metros. El castillo está bastante bien conservado, y en él aún se pueden ver, como hemos comentado, los vestigios de sus almenas, que otorgan un gran atractivo al edificio
Junto a ella se ubica el magnífico Palacio, por el que se sale a una de las plazas de la localidad, conocida como Plaza del Castillo. Es un edificio de estilo gótico, en el cual se han encontrado restos que demuestran que antaño, en el mismo lugar donde se ubica, hubo una torre de forma circular. Además, en el espacio que separa este palacio de la Torre del Homenaje del castillo, se han encontrado otros restos aún más antiguos, consistentes en unas cavidades excavadas en la roca y una sala rectangular, dando ambos constancia de la posible construcción en este lugar ya desde la época de los visigodos.
También sobresalen en la localidad sus murallas. Peratallada fue en la época medieval uno de los núcleos mejor fortificados de la comunidad catalana. Había tres recintos amurallados, uno de los cuales rodeaba el castillo y los otros dos el resto de la población. Cabe comentar que cada recinto era independiente de los otros dos, rodeando por completo el objetivo a defender, y comunicándose entre ellos a través de puentes. Las murallas estaban protegidas a su vez por un foso que las rodeaba, que en algunos puntos alcanza los 7 u 8 metros de profundidad. Actualmente, podemos ver aún restos de estas murallas, e incluso una de sus puertas de acceso, que permanece en un estado de conservación bastante bueno. Se trata del conocido Portal de la Verge (portal de la Virgen).
Otra de las obras destacables de Peratallada es su Iglesia de Sant Esteve, un edificio que data de comienzos del siglo XIII, de estilo románico, y que se compone de dos naves. Está declarada Bien Cultural de Interés Local, y es una construcción de líneas sencillas y de una gran belleza.
Una de las características de la localidad es que, a pesar del auge turístico experimentado en la comarca a partir de la segunda mitad del siglo XX, ha sabido conservar su atmósfera rural, así como también sus valiosos elementos arquitectónicos. El pueblo ha permanecido durante todos estos años dentro de las murallas, conservando perfectamente su estructura medieval. Gracias a ello, hoy podemos contemplar su magnífico casco urbano, y su interesante y atractiva arquitectura popular, con casas que mantienen por fuera el mismo aspecto que tenían en el siglo XVI, cuando fueron levantadas.
El primer fin de semana del mes de octubre tiene lugar en Peratallada su Feria Medieval. Durante la misma podremos regresar a otros tiempos, reviviendo casi de manera real un día cualquiera de los que tenían lugar en los mercados del medioevo, con su bullicio y sus característicos personajes.
Otras fiestas de las que tienen lugar en Peratallada son sus Fiestas Mayores, a principios del mes de agosto. Además, el día 27 de julio se celebra también una fiesta en la que se cantan habaneras, y el último fin de semana del mes de abril tiene lugar una interesante Feria de las Hierbas.
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