En el sureste de la comunidad Navarra encontramos un espacio natural protegido con un aspecto peculiar, que sorprende al viajero. Estamos hablando del Parque Natural de las Bardenas Reales, que ocupa una extensión de 42.000 Hectáreas. Se trata de un espacio que podemos calificar de semi-desértico, que se sitúa en las cercanías de la localidad de Tudela. A pesar de lo que podamos pensar vista tal definición, se trata de un territorio de gran belleza, que esconde muchos rincones interesantes y que es sumamente recomendable de visitar. Está declarado asimismo Reserva de la Biosfera.
El suelo de las Bardenas Reales se compone de arcilla, yeso y arenisca, por lo que no ha sido muy difícil que la acción de la erosión modificara sus paisajes, formando cabezos, que son unas colinas solitarias y aisladas, así como barrancos y mesetas. Aunque en el lugar la vegetación es muy escasa, no ocurre lo mismo con el agua, ya que hay un gran número de corrientes por todo el parque, aunque sí es cierto que durante una buena parte del año permanecen secos.
Las Bardenas no constituyen, ni mucho menos, un territorio uniforme, sino que se puede dividir en varias zonas, con grandes diferencias entre ellas, siendo las más importantes las denominadas Bardena Blanca y Bardena Negra.
La Bardena Blanca se encuentra en el centro del espacio protegido, y es la más desértica, aunque al mismo tiempo también la más llana. Sus principales características geográficas son las grandes llanuras y los barrancos, en cuyos fondos suele haber ríos. En su suelo predomina el yeso, de ahí su nombre.
En cuanto a la Bardena Negra, situada cerca del límite con la comunidad aragonesa, se distingue por su gran cantidad de pequeñas mesetas y por disponer de más vegetación que la anterior.
Aunque a primera vista no nos lo parezca, es una zona ideal para el senderismo, en la que podemos hacer varias rutas interesantes. A continuación relacionamos tres de ellas, que tienen en común que todas son fáciles, accesibles para todos, por lo que no habrá ningún problema si vamos con la familia para que todos los miembros puedan participar de las mismas actividades.
Ruta al Barranco de las Cortinas
El Barranco de las Cortinas es uno de los que encontraremos en las Bardenas Reales. La ruta hace un recorrido por el fondo del barranco. Se trata en realidad de un paseo, cómodo y al alcance de prácticamente todos.
La ruta parte de Casltelditierra, un cabezo que podemos considerar la entrada al Parque, y que prácticamente se ha convertido en un icono del mismo. Junto a él hay un aparcamiento, en el que podremos dejar el coche, tomando el camino que se dirige hacia el Oeste. Veremos enseguida una cuesta muy pronunciada, por la que deberemos descender, bajando al fondo del Barranco de las Cortinas. En dicho fondo hay una gran abundancia de tamarices, por lo que deberemos buscar en todo momento el mejor paso para no perder de vista el curso del barranco. Cuando lleguemos a una represa, ha llegado el momento de la vuelta, que haremos bordeando el barranco.
Ruta al Cabezo de las Cortinillas
Ésta también es una ruta muy fácil, accesible para todos, y, de hecho, con un corto recorrido de tan sólo 500 metros, tras los cuales nos encontraremos en la cima del Cabezo de las Cortinillas.
Esta ruta empieza en la localidad de Arguedas, desde donde deberemos dirigirnos hasta la puerta de su Cuartel Militar. A partir de allí seguiremos por el camino que veremos a la izquierda. Cuando hayamos ya caminado 2’3 kilómetros veremos que el camino se ensanche, y que hay unas rocas de arenisca. Desde este punto parte un paseo, que deberemos seguir. Así que hayamos ascendido un pequeño trecho, veremos unos escalones de hormigón. De hecho, veremos nada menos que 219, que antiguamente llevaban a un observatorio militar.
Subiremos por la hilera de escalones, que como veremos están superpuestos en dirección diagonal. Cuando lleguemos arriba ya estaremos en la cumbre del cabezo, que es de hecho una llanura. La vuelta es por el mismo camino. Cabe advertir que hacia la mitad de las escaleras faltan algunos escalones, pero se puede subir bien, y no significa ningún obstáculo.
Ruta de El Fraile
Se trata de una ruta de 4’6 kilómetros, que nos llevará hasta uno de los parajes más desérticos de las Bardenas Reales. El recorrido nos conducirá hasta lo alto del Cabezo de El Fraile, donde además de disfrutar de unas fantásticas vistas del Parque podremos contemplar los restos de una antigua fortaleza.
El punto de inicio de la ruta es un paraje conocido como Los Corrales de Bea. Para llegar hasta este lugar, deberemos seguir la carretera que va de Tudela a Tauste, y, poco antes de llegar al límite que separa Navarra de la comunidad aragonesa, seguir una pista, por la que deberemos continuar durante 4’3 kilómetros, y llegaremos al mencionado paraje de Los Corrales de Bea. La pista en cuestión se encuentra en muy buen estado.
Desde allí partiremos hacia el Oeste, bordeando los campos, ya que no hay camino, pero desde el principio vemos ya la silueta del Cabezo de El Fraile, por lo que no entraña ninguna dificultad. Iremos a para a una pista, muy vieja y erosionada, que asciende hasta unos campos que antaño estaban cultivados, pero que actualmente se encuentran abandonados. Desde ellos debemos realizar la subida final al Cabezo, para lo cual tampoco tendremos ningún problema, ya que el camino es evidente. Tras haber disfrutado del espectáculo que desde la cima se contempla, y de haber visto los restos de la antigua fortificación, podemos regresar por el mismo camino.
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