Aranda de Duero es un municipio de Castilla y León que se sitúa en la provincia de Burgos, a algo más de 800 metros de altitud sobre el nivel del mar. Forma parte de la carismática comarca de la Ribera del Duero, famosa en todo el mundo por la excelencia de sus vinos, de la cual es capital.
La localidad se halla al sur de la provincia, y el río Duero la cruza, discurriendo por ella pacíficamente, recogiendo, dentro del término municipal, las aguas que en él vierten los ríos Arandilla y Bañuelos. Destacan los bosques de ribera junto al río, que forman en algunas zonas masas forestales donde se refugian animales como el lobo, el gato montés o el tejón, siendo posible aún en estos cielos que rodean Aranda ver especies como el buitre leonado o el águila real.
Los territorios que rodean la población se caracterizan por sus amplias extensiones de viñas, bien alineadas y de una gran belleza, que ofrecen un espectáculo diferente según la época del año, con colores que pasan por toda la gama de amarillos y verdes.
Los amantes del turismo rural y del senderismo encontrarán en la localidad y su entorno un lugar idóneo para pasar unos días desconectando del día a día en cualquiera de las casas rurales en Burgos cercanas a esta localidad. La zona nos permite hacer un gran número de interesantes rutas como la Ruta del Vino, la Ruta de los Castillos, la Ruta de los Monasterios y Palacios o incluso una tentadora Ruta Gastronómica.
El legado histórico del municipio es de una gran extensión, ya que la historia ha sido generosa con Aranda. Entre sus muchas obras encontramos su Iglesia de Santa María la Real, que data del siglo XV y es de estilo gótico. También se encuentran aquí el Palacio de los Berdugo, que data del siglo XV y es una casona de estilo renacentista, o el Santuario de la Virgen de las Viñas, construida en el siglo XVII y situada encima de un cerro en las afueras de Aranda.
Otras obras destacadas que podemos visitar en Aranda de Duero que debemos señalar son algunas iglesias como la de San Juan, construida en el siglo XIII; la de San Juan de la Vera Cruz, que es de estilo barroco; o la de San Nicolás de Bari, declarada esta última Monumento Nacional.
No debemos olvidar sus famosas bodegas, que forman un gran laberinto en su subsuelo, y que fueron construidas entre los siglos XIII y XVIII. Su extensión es enorme y, para hacernos una idea, sólo cabe comentar que en línea recta medirían más de 7 kilómetros.
En la localidad se llevan a cabo un gran número de fiestas durante todo el año, así como romerías. De todas ellas destacaremos sus fiestas patronales, en las que podremos participar si viajamos hasta allá el primer fin de semana después del 8 de septiembre. Las fiestas están dedicadas a la Virgen de las Viñas, patrona del municipio, y se alargan durante nueve días.
La gastronomía de Aranda, ligada a sus prestigiosos vinos, es otro de sus atractivos. Destacaremos aquí su lechazo asado en horno de leña, sus chuletillas de cordero, la morcilla de Aranda que es una variante de la morcilla de Burgos, y la conocida como torta de Aranda, un pan que es típico de este municipio.
La importancia de la gastronomía de Aranda se denota en los múltiples eventos relacionados con la misma que tienen lugar en la población, como las Jornadas del Lechazo Asado, el Concurso Comarcal de Tapas, Pinchos y Banderillas de la Ribera del Duero, la Fiesta de la Vendimia de la Ribera del Duero o los Premios Envero.
