Casas rurales en Castrelo do Val

kilómetros aproximadamente de la capital de provincia. Aquí está la entrada natural al Parque Natural do Invernadeiro, un parque de más de 5700 hectáreas localizado en los Montes de Villarino de Conso, otra localidad gallega. Dentro del parque queda el denominado macizo Central Orensano con cumbres de hasta 1600 metros. Por lo que su relieve es montañoso pero con fuertes contrastes de altitud que van desde los 1600 metros mencionados anteriormente, hasta los 400 ó 500 que se cuentan en la zona suroccidental del municipio.

ENTORNO:
El entorno de Castrelo Do Val destaca por su riqueza paisajística, las tierras del municipio están bañadas por las aguas del río Támega, que es afluente del río Duero, y otros muchos ríos cruzan también su término municipal siendo el más importante el río Camba. Montañas y ríos fluyen por doquier conformando un relieve bastante irregular con unas temperaturas medias anuales de nueve grados y fuertes contrastes térmicos.
La vegetación es mixta entre bosques de robles y castaños, y según subimos el bosque es sustituido por matorral, un hábitat natural poblado de lobos, jabalíes, tejones, corzos y nutrias.
La arquitectura que observaran en este municipio refleja perfectamente las condiciones climatológicas, las casas son de piedra con los tejados de pizarra, y en el pueblo hay además un centro de interpretación del patrimonio donde se muestran los enseres típicos del trabajo del campo.
Si son amantes del senderismo, la naturaleza y el descanso están en el lugar indicado.

GASTRONOMÍA Y TRADICIÓN:
El municipio de Castrelo Do Val intenta potenciar su riqueza gastronómica como reclamo turístico. Así sus productos siempre de calidad proceden sobre todo de la agricultura y la ganadería, aunque también destaca el buen aprovechamiento de los recursos naturales que tiene la comarca como los bosques y los recursos piscícolas.
En Castrelo Do Val la carne más consumida tradicionalmente ha sido la de cerdo. Las matanzas han sido la base del alimento de muchas familias y también una forma de socialización, siendo los embutidos, la cabeza de cerdo curada o los jamones los platos más típicos entre los vecinos. La ternera gallega o los sabrosos cabritos de la zona también serán platos que pueden encontrar en cualquier restaurante, y entre las carnes de caza serán el corzo, el jabalí, la codorniz o la perdiz y la liebre las carnes más apreciadas.
Los pescados que se consumen son los procedentes de sus ríos como el salmón, la anguila, la lamprea y el pulpo. Frutas y hortalizas de las huertas y por supuesto la miel y las castañas procedentes de los bosques.