Situada en la parte central de la península ibérica, forma parte de la Comunidad de Castilla La Mancha. Limita con las provincias de Valencia, Albacete, Ciudad Real, Toledo, Madrid, Guadalajara y Teruel.
Posee un clima mediterráneo continental, con temperaturas frías en invierno y suaves en verano. La oscilación térmica diaria es constante a lo largo del año, si bien es más importante en los meses más calurosos. Es más lluviosa que sus provincias vecinas a causa de la Serranía de Cuenca, siendo los meses de verano los de menor pluviosidad.
Posee un gran entorno natural destacando el Nacimiento del Río Cuervo, el Ventano del Diablo, en el Cañón del Rio Júcar, las Hoces de Beteta y Tragavivos en el río Guadiela, el Mirador de Uña con la Laguna de Uña y el río Júcar, las Lagunas de Cañada del Hoyo, declaradas Monumento Natural; las Torcas de Los Palancares y sobretodo la Ciudad Encantada, declarada Sitio Natural de Interés Nacional en 1929.
Conviene visitar igualmente el Parque Arqueológico de Segóbriga en Saélices, con orígenes de la Edad de Hierro pero con restos de mayor esplendor de la época romana, destacando su teatro y anfiteatro de la época flavia.
Tiene un rico patrimonio arquitectónico que se encuentra muy bien conservado, y su mayor característica es su integración en el marco físico. Destacan la Catedral de Cuenca, el Palacio Episcopal, la Iglesia de San Andrés, la Iglesia de San Miguel, la de San Nicolás, los conventos de San Pablo y de la Merced, el de San Felipe Neri, el de los Franciscanos Descalzos y multitud de edificios de carácter religioso que pueblan la ciudad.
El monumento más característico son las “Casas Colgadas” que se trata de una serie de viviendas edificadas directamente sobre la Hoz del Huécar. Se datan en el s. XV. También destacan los puentes de San Pablo (desde el que se observan las mejores vistas de las casas colgadas) y de San Antón. En sí misma, toda Cuenca en una joya arquitectónica.
La carne de caza, sobretodo la perdiz, se encuentra en platos como el morteruelo. Destacan igualmente los zarajos, el ajoarriero, los gazpachos galianos sobre pan ácimo, las migas, las calderetas, los potajes y las truchas. Como repostería tenemos el alajú de origen árabe, las torrijas, los bizcochos de canela, pan de pasas, rosquillas fritas y las obleas.
Una bebida típica de la ciudad es el resolí, elaborado con aguardiente, café, canela, corteza de naranja y azúcar.