En Castilla la Mancha, en la provincia de Ávila encontramos un pequeño y entrañable pueblo llamado Guisando. En pleno corazón de la península ibérica y aun a pesar de su altura sobre el nivel del mar, 760 metros, su situación en la ladera sur de la Sierra de Gredos, permiten unos inviernos relativamente suaves y unos veranos cálidos. Los hospitalarios guisanderos recibirán al visitante con los brazos abiertos, dispuestos a contar historias de la sierra o compartir unos vinos.
Entorno
Historiadores consideran que el origen del pueblo pudo ser un primigenio asentamiento de pastores que a finales de la Edad Media creció hasta convertirse en el pueblo que es hoy. Su ubicación en la pared del valle de la vertiente de Galayos, ya Rio Pelayo al entrar en el pueblo, hacen necesario que las casas se construyan unas pegadas a las otras, como apiñadas. Mientras, la propia orografía de las calles permite vistas de tejados con inmensas cumbres al fondo y pinares hasta donde alcanza la vista. En verano no pierde su verdor y las innumerables fuentes que encontramos por doquier bajan frescas de la montaña. Mientras en invierno, su ubicación lo protege de las nieves de Gredos.
Los habitantes de Guisando han tenido, a lo largo de los años, buen cuidado de mantener el aspecto tradicional de su pueblo. Sus plazas irregulares, las casas de mampostería y sus calles estrechas de paredes blancas… en cierta ocasión, Camilo José Cela, una de las plumas más destacadas de la literatura española, dijo: ``Guisando es quizás el pueblecito de más bellas vistas de toda España``, tanto es así que en 1974 fue Guisando declarada Conjunto Histórico Artístico y Pintoresco por “el perfecto estado de conservación y la armoniosa amalgama entre las construcciones y el paisaje, por la singularidad de su arquitectura popular”.
Uno de los puntos más emblemáticos del pueblo es la llamada Fuente Grande, realizada en 1893 por Isidoro Moreno. La arquitectura de Guisando tiene algunas características propias de los mudéjares donde su máximo exponente sería la casa del S.XIX de José Mateos y Dámasa Fraile. La iglesia de la Purísima Concepción es una reconstrucción moderna (1976) sobre la antigua que fuera demolida en los 60, esta demolición sucedió justo antes de la declaración de conjunto histórico. El modernismo de su aspecto exterior no cuadra con el interior, allí podemos disfrutar de un retablo renacentista cuidadosamente restaurado que acoge dos esculturas barrocas de la Virgen rezando y un Cristo Crucificado. También dos tablas de San Pedro y San Pablo de fines del S.XVIII.
Gastronomía y tradición
Según recoge la página web oficial de este entrañable pueblo, en su día dijo Fernando Torres ``He disfrutado mucho de las vistas de Guisando, de sus puentes y de las migas`` y yo añado: y de la Paletilla de cabrito asado, y del cochinillo, de las patatas revolconas, cabrito de Gredos… y todo ello siempre regado con un buen vino de pitarra de la zona ¿te lo vas a perder?
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