La provincia de Las Palmas forma parte del archipiélago canario y se sitúa frente a la costa noroeste de África, está formada por Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y varias islas menores que forman el archipiélago Chinijo, de las que sólo está poblada La Graciosa.
El clima es del tipo subtropical oceánico esto es templado-cálido. El archipiélago canario es popular por sus agradables y cálidas temperaturas durante todo el año, protegidas de las fuertes variaciones por la presencia del mar.
De típico relieve volcánico, la provincia tiene pocas playas naturales predominando en cambio los grandes acantilados. La provincia de Las Palmas cuenta con un Parque Nacional, el de Timanfaya en Lanzarote y otros espacios protegidos como la Reserva Natural de Inagua y el archipiélago Chinijo.
Todas las islas de la provincia son Reserva de la Biosfera. También conservan numerosos monumentos naturales, como la Península de Jandía en Fuerteventura una caldera volcánica unida a la isla por un itsmo, el macizo montañoso de Famara-Guatifay, Isla de Lobos o el macizo de los Ajaches con más de 20 millones de años.
Las Palmas de Gran Canaria, capital de la isla de Gran Canaria es la ciudad con mayor población del archipiélago, combina los restos aborígenes con las construcciones posteriores a la conquista.
En Gran Canaria destaca la belleza de su catedral, o la conocida como ‘catedral de Arucas’. En Fuerteventura merece la pena visitar el Faro de la Entallada, la iglesia de Betancuria y en Lanzarote, destacan la Cueva de los Verdes y la Cueva de los Jameos del Agua como formaciones no de la mano del hombre sino de la naturaleza.
La gastronomía incluye las sabrosas papas isleñas, el mojo, el millo o maíz, el típico gofio, el puchero canario, el sancocho y postres tradicionales como el bienmesabe, las torrijas y el fangollo.