Casas rurales en Montejo de Arévalo

situación geográfica le sitúa al límite con las provincias de Ávila y Valladolid. De hecho, se encuentra a 56 kilómetros de Segovia y a 60km de las ciudades de Ávila y Valladolid.

ENTORNO
La iglesia parroquial de Montejo de Árevalo es uno de los grandes atractivos turísticos de este pueblo. Dedicada a Santo Tomás de Aquino, es de estilo gótico mudéjar y en su interior destaca el impresionante retablo mayor barroco, en uno de cuyos retablos podemos ver la imagen románica de Nuestra Señora de los Huertos. Esta talla cuenta con una antigua leyenda a sus espaldas, que los ancianos del pueblo nos explicarán con su particular magia. Además, la cúpula de la iglesia es un exponente bellísimo del arte mudéjar de la época.
Asimismo, también merece la pena que paseemos por el casco urbano del pueblo para observar las fachadas antiguas de un par de casas solariegas de impresionante sobriedad y belleza, que nos llamarán la atención por su cuidada conservación.
En el mismo recorrido nos encontraremos con la casa natal del poeta segoviano Nicasio Hernández Luquero, donde observaremos un símbolo muy curioso: una cadena anclada a la pared y a una pesada losa en ``la calle de la cadena``. Con este elemento se simbolizaba que el edificio había conseguido derecho de asilo, porque allí fue hospedado o refugiado algún miembro importante de la Casa Real.

GASTRONOMIA Y TRADICION
Las tradiciones de Montejo de Árevalo incluyen el juego de pelota a mano y las grandes partidas de mus entre los jugadores del pueblo pero, sin duda, la mayor de ellas es la celebración de sus fiestas patronales entre los días 13 y 17 de agosto, donde se suceden una amplia gama de eventos populares y religiosos que reúnen a los habitantes de este pueblo y de los alrededores.
Además, no podemos irnos de este pueblo de la provincia de Segovia sin probar la deliciosa gastronomía de estas tierras, que se hace a base de los productos típicos de sus huertas – como las judías de la Granja – y sobretodo de productos de la carne. Los asados de lechazo y cochinillo son dos de los platos más característicos de Segovia que, acompañados con vinos de estas tierras, se convierten en un manjar espectacular.