La provincia de Sevilla se sitúa al suroeste de la península Ibérica lindando con las provincias de Málaga y Cádiz al Sur, Huelva al Oeste, Badajoz al Norte y Córdoba al Este, siendo la capital de la provincia la ciudad del mismo nombre, Sevilla.
En Sevilla el clima es de tipo mediterráneo con inviernos suaves y veranos muy calurosos, con temperaturas que superan a menudo los 40º. La temperatura media anual es de 18,5ºC. La ciudad de Sevilla está considerada como la ciudad española más calurosa y la localidad de “Ecija” es conocida como ‘la sartén de Andalucía’ por sus calurosos veranos.
Es la primera provincia andaluza por extensión y está bañada por el río Guadalquivir, que la atraviesa de Este a Suroeste. Está rodeada por el Norte por Sierra Morena y al Sur retazos de la Cordillera Bética. Todo ello proporciona a la provincia una impresionante riqueza natural, desconocida para la mayoría de los visitantes de la provincia. Posee Reservas Naturales como la Cañada de los Pájaros, Dehesa de Abajo, Zaframagón con el Monumento Natural Chaparro de la Sierra al Sur de la provincia. Al norte podemos encontrar la Reserva de la Biosfera Dehesas de Sierra Morena y la impresionante comarca de Cazalla de la Sierra y su entorno.
Aparte de la pasión por el futbol que se vive en la ciudad de Sevilla, el Guadalquivir y el maravilloso entorno natural otorga a la provincia de una gran oferta deportiva como los magníficos campos de golf cerca de la ciudad, navegación a vela, piragüismo, rafting, 4x4, paseos en globo y actividades para los más pequeños como el Bosque Suspendido: actividades de tirolina, pasarelas y otros juegos entre los árboles.
Posee uno de los cascos históricos más extensos de toda la geografía española, con cerca 335 ha. La Giralda, la Catedral, el Alcázar, el Archivo de Indias y la Torre del Oro son sus monumentos más representativos, algunos de ellos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987. El Museo de Bellas Artes de Sevilla es la segunda pinacoteca más importante de España. El Puerto de Sevilla, es el único puerto fluvial de España, situado a unos 80 kms del océano Atlántico, ya que el rio Guadalquivir es navegable desde Sevilla hasta Sanlúcar de Barrameda, su desembocadura.
La gastronomía sevillana se encuentra muy influenciada por la climatología de la provincia, encontrándonos una gastronomía típica de verano con el gazpacho andaluz, ensaladilla rusa, platos fríos llamados salpicón, y diversas ensaladas, y una gastronomía típica invernal con el cocido andaluz, con los garbanzos y ‘pringá’ (embutidos), rabo de toro, callos, papas aliñás (patatas cocidas aliñadas). Otro plato típico son los postres como las tortas de aceite, las torrijas en Semana Santa, pestiños, alfajores, yemas de San Leandro...
Todo ello regado con las bebidas típicas de la zona como el ‘tinto de verano’ (vino tinto con gaseosa), la cerveza y en época de feria el vino fino de jerez y la manzanilla de Sanlúcar. No podemos olvidar tampoco la cultura del tapeo, tan presente en todas las ciudades españolas.