Teruel se sitúa en la zona nororiental de España, limita al norte con Zaragoza, al este con Tarragona y Castellón, al oeste con Guadalajara y al sur con Valencia y Cuenca.
El clima en Teruel se puede considerar moderado de montaña, con temperaturas suaves en los veranos y muy frías en los inviernos, llegando incluso a superar los 10º bajo cero, las precipitaciones son moderadas y se concentran hacia el final de la primavera.
Muchos paisajes protegidos se concentran en Teruel, un total de 46, de los que destaca el paisaje de los Pinares de Rodeno, también hay árboles singulares o flora y fauna amenazada.
Las sierras de la región conservan un algo valor ecológico, Albarracín, Gúdar, Javalambre, Cucalón y Oriche, Palomera… multitud de cumbres que dan lugar al nacimiento de varios ríos. También destacan humedales refugio de grupos de aves, como la Laguna de Gallocanta o las saladas de Alcañiz.
El turismo tiene en sus estaciones de esquí un atractivo más, Valdelinares se encuentra en el municipio más elevado de España y Javalamebre en Camarena de la Sierra, cuentan con instalaciones de primer orden.
Teruel es la capital de una provincia que es un claro ejemplo de arquitectura mudéjar, su máximo exponente, se encuentra en esta ciudad cuyo patrimonio y el de toda la comunidad aragonesa está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Un ejemplo es la Torre de la Catedral y la de San Martín.
Otros ejemplos importantes en cuanto a su patrimonio son Albarracín y su fortaleza árabe, el castillo de Mora de Rubielos, el Castillo de los Calatravos y el Ayuntamiento de Alcañiz.
La gastronomía turolense tiene uno de sus máximos exponentes en el jamón y en los embutidos. Pero también en sus platos tradicionales, como las gachas, la sopas de ajo o sopas de Teruel, los quesos de Tronchón, las chuletillas de cordero, el adobo que se utiliza después en las famosas cazuelicas.
En los postres destacan los melocotones y las peras al vino, los turrones y los populares ‘suspiros del amante’.