El Prado Mayor dispone de un patio amplio y acogedor, bajo la balconada un espacioso porche permite disfrutar del jardín, adornado con pequeños detalles que invitan a la contemplación y a la tertulia.
Durante su estancia tendrá acceso a todo tipo de información sobre la comarca, actividades, rutas, patrimonio... en función de
... sus apetencias e inquietudes.
La primera planta le permite asomarse a la balconada desde una salita. Los detalles de flores, artesanía y decoración muy cuidada, contribuyen a crear un clima especial y entrañable.
Toda la casa está impregnada de un ambiente cálido.
Las seis habitaciones de Prado Mayor están decoradas de forma muy personal, creando ambientes únicos y acogedores. Cortinas de hilo, cuadros de punto de cruz, mantas de lana a los pies de la cama, muebles antiguos restaurados; son adornos simples y elegantes que contribuyen a hacer de las habitaciones espacios placenteros.
Cada habitación dispone de baño individual. Su decoración y singularidad aporta una nota de color y estilo en la personalidad de cada habitación.
Los cuartos de baño de Prado Mayor se han diseñado respetando los elementos originales de la casa. La madera, la piedra y los pequeños ventanucos, combinados con alegres colores, dan un toque de personalidad y originalidad a este espacio donde no faltan las comodidades, como poder disponer de secador o mampara en la ducha.
Ubicado en un edificio contiguo (antigua leñera), Prado Mayor dispone de un confortable salón de dos plantas con biblioteca, para disfrutar de las tertulias, los juegos de mesa, la lectura o simplemente contemplar el baile de las llamas.
La oferta gastronómica de Prado Mayor es casera, sencilla y natural, a base de verduras, hortalizas y frutos procedentes de la huerta, cultivados ecológicamente. Horneados de pescados y empanadas, vacuno de ``Las Merindades``, leche recién ordeñada, caza, embutidos, hogazas de horno de leña, miel, mantequilla y quesos artesanos locales.
En la casa se elaboran mermeladas y jaleas de grosella, frambuesa, saúco, mora y calabacín entre otras. Repostería variada para el desayuno como bizcochos de natas, rosquillas de anís, galletas de mantequilla, de nueces y pasas. Entre los postres caseros están el flan de café, los melocotones asados con nata de frambuesa, las peritas al vino con natillas, las macedonias de fruta, sin olvidar los lácteos como el cremoso yogur, cuajada y helados.