Opiniones de Hosteria Las Viñas
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2 opiniones
- Limpieza
- Relación calidad-precio
- Confort
- Propietario
- Instalaciones y servicios
- Ubicación
2 Opiniones de otros viajeros
Araceli Rodríguez de la Rosa
Verano 2016. Comenzamos el verano pasando un fin de semana en este lugar (último fin de semana de junio) y lo acabamos en el mismo sitio (primera semana de septiembre). Si Cantabria te parece un sitio perfecto para disfrutar de un agradable clima, una apetitosa cocina y unas gentes amables, Noja te enamorará por sus playas y su ambiente. Sólo un lugar acogedor y lleno de encanto puede completarlo para poder llegar a ser perfecto, ese sitio es la Hostería Las Viñas. Un pequeño alojamiento, en un lugar tranquilo pero a dos pasos del bullicio, a medio camino entre la playa y el centro. Cada rincón está lleno de detalles que hacen la diferencia, un lugar decorado con gusto y con corazón. Sin lugar a dudas Yolanda es el centro de todo, amable, simpática, atenta, hace sentirte especial y aunque el alojamiento esté lleno, puedes notar como no eres un número más de habitación (lo cual es algo que ocurre muy frecuentemente en otros sitios). Su marido, Manu, aunque aparece en un segundo plano, también es una pieza importante para que todo funcione. Aunque la perfección no existe, porque todo puede ser mejorable, este lugar casi la roza, con su excelente relación calidad-precio-ubicación-atención. Queda anotado en nuestra memoria y en nuestro corazón, y si alguna vez volvemos por esta zona, desde luego volveremos a repetir. Un abrazo de Juan y Araceli y gracias por hacernos sentir especiales.
maria Rojo Jato
Buenas tardes, me gustaría recomendar a todo el mundo que tenga como destino Noja o lugares cercanos "el hostal las viñas". Nuestra estancia ha sido corta pero muy intensa. Hemos ido un grupo de 7 amigas de despedida de soltera. El hostal es precioso, cómodo y acogedor, lo tienen a mimo, con detalles que llaman la atención que te hacen pararte a observarlos en cada rincón, con un porche que invita a sentarte en los sillones tan peculiares que tienen y con dos personas encantadoras, los propietarios. Volveremos. Un saludo desde Palencia. María
