Qué ver en la provincia de Asturias

Descubre qué visitar y dónde dormir en la provincia de Asturias

El Principado de Asturias es una de las comunidades autónomas más visitadas de España. Las combinaciones de la costa cantábrica con las montaña y la cultura rural con el patrimonio hacen que se el destino perfecto para hacer turismo rural porque hay mucho que ver en Asturias.

La selección de pueblos bonitos de Asturias es difícil, muy difícil de hacer. De este a oeste, se puede empezar con Llanes, un pueblo marinero entre montañas cuyo concejo esconde tesoros como la playa de Cuevas de Mar, la singular playa interior de Gulpiyuri y los bufones de Pría. El siguiente es Ribadesella, famoso por el descenso del río Sella en canoa y por la cueva del Tito Bustillo. En el interior está Cangas de Onís con su puente romano, los lagos de Covadonga y el santuario de la Virgen de Covadonga.

Algunos pueblos marineros con sus playas son Lastres, Tazones, Cudillero y su faro en el cabo Vidio y Luarca. Otros pueblos del interior son Castropol con una bonita senda hasta la cascada de Cioyo y Taramundi con la cascada La Salgueira.

Los municipios ya dan un adelanto, pero Asturias está llena de espacios naturales que conocer. El más importante es el Parque Nacional Picos de Europa y tiene infinidad atractivos. Los amantes del senderismo no pueden perderse la ruta del Cares desde el pueblo asturiano de Poncebos hasta el pueblo leonés de Caín. Otra opción es la ruta al Naranjo de Bulnes y parte desde Sotres.

Otros espacios protegidos que ver en Asturias son el Parque Natural de Redes en el valle del Nalón con el Tabayón de Mongayo y la cascada del Mongallu; el Parque Natural Las Ubiñas-La Mesa con el puerto de Marabio y los abrigos rupestres de Fresnedo; el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias con la Reserva Natural Integral de Muniellos; el Parque Natural de Ponga con el desfiladero de los Beyos y el Parque Natural de Somiedo con sus lagos.

Y después de tanta caminata, la gastronomía asturiana ayuda a reponer fuerzas con su fabada, su pote, sus escalopines al cabrales y sus quesos en general, su arroz con leche y sus bollos preñaos regados con un culín de sidra.

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