Qué ver en la provincia de Baleares

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Las Islas Baleares forman una única comunidad autónoma uniprovincial. Sin embargo, están compuestas por las islas Pitiusas (Ibiza y Formentera), por las islas Gimnesias (Mallorca y Menorca) y por el archipiélago de Cabrera (isla de Cabrera e islotes como Conejera y Dragonera). Esta variedad hace que, durante siglos, las islas hayan sido un reclamo estratégico y turístico ya que combinan una preciosa costa con un abrupto interior.

Empezando por lo que ver en Mallorca, la isla más grande, no deben faltar pueblos del interior como Inca y costeros como Porto Cristo con sus cuevas y Alcudia y Pollensa separados por el área natural de la Victòria. Precisamente este último, Pollensa, combina el mar Mediterráneo con el espacio más montañoso de las islas: el Paraje Natural Serra de Tramuntana. Esta sierra alberga otros pueblos como Deià, Sóller y Valldemossa e interesantes paisajes forestales con gran diversidad de flora y fauna que se pueden descubrir a través de las numerosas rutas de senderismo.

Seguimos con Menorca y sus bonitos pueblos: Fornells en Mercadal con todo su encanto de pescadores, Binibeca Vell con sus casas blancas y San Luis en el interior. Esta encantadora isla repleta de calas alberga el Parque Natural S’Albufera des Grau con su laguna, su gran biodiversidad y sus vestigios prehistóricos.

Ibiza y Formentera son conocidas por sus fiestas, pero esconden grandes tesoros, no solo playas y calas. San Carles de Peralta en Ibiza y San Francisco Javier en Formentera son una muestra de los pueblos más bonitos de las islas Pitiusas. Además, ambas albergan diferentes reservas protegidas marinas y terrestres que forman el Parque Natural Ses Salines d’Eivissa y Formentera con las salinas de Sant Josep de sa Talaia y las de Es Freus.

La isla de la Cabrera y sus islotes forman el Parque Nacional marítimo-terrestre del archipiélago de Cabrera, un espacio protegido por conservarse inalterado, uno de los mejores de todo el Mediterráneo.

Por último, cabe destacar el Parque Natural de Sa Dragonera, al que se puede acceder desde el puerto de Andraxt en Mallorca, por su influencia marina al albergar recursos para la fauna del litoral y por poderse recorrer a pie desde su pequeño embarcadero.

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