Palma del Rio (Córdoba): Qué ver y dónde dormir
Descubre qué visitar y qué hacer en Palma del Rio
Descubre qué visitar y qué hacer en Palma del Rio
Palma del Río es un municipio cordobés a medio camino entre su capital provincial y la ciudad de Sevilla (a 65 y a 80 kilómetros respectivamente). Si por algo es conocido Palma del Río es por la producción de naranjas y por ser cuna de famosos toreros. Pero más allá, hay mucho que ver en Palma del Río gracias a su variado entorno natural y a por el rico patrimonio histórico que esconde su casco urbano.
La mejor manera de conocer la esencia de Palma del Río es recorrer tranquilamente sus calles a pie. Para ello, el punto de partida perfecto es la plaza del Cabildo, el centro neurálgico del pueblo y donde se organizaban antiguamente todos los eventos multitudinarios (corridas, procesiones, sentencias…). Aquí se encuentra el palacio de Portocarrero, un bonito edificio del siglo XVI construido sobre un alcázar almohade que sigue siendo propiedad privada pero que conserva a su lado el torreón de San Pedro y que permite las visitas guidas y la organización de eventos.
El castillo de Palma del Río está a orillas del río Genial, por lo que forma una bonita estampa. Además, cerca se puede ver la puerta del Arquito Quemado que fue uno de los accesos originales de la muralla. Otras cosas que ver en Palma del Río son la capilla de la Virgen de las Angustias dedicada a esa misma imagen, el convento de Santa Clara del siglo XVI, el hospital de San Sebastián, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de un siglo posterior, el museo municipal en lo que fueron las caballerizas del municipio, el monasterio de San Francisco rehabilitado como hospedería y, a las afueras, la ermita de Belén que guarda a la patrona de Palma del Río y desde donde se tienen las mejores vistas del entorno.
Además, para conocer toda la riqueza de la zona (tanto fauna como flora), se puede visitar el Centro de Interpretación del Río Guadalquivir donde, además, algunas veces se organizan actividades como el piragüismo.