Parada de Sil (Ourense): Qué ver y dónde dormir

Descubre qué visitar y qué hacer en Parada de Sil

A solo 40 kilómetros al este de la ciudad de Orense se encuentra uno de los mayores puntos de interés de la provincia: Parada de Sil. Este precioso pueblo le debe su fama a su ubicación en plena Ribeira Sacra, en la comarca de Terra de Caldelas. Además de tener numerosas rutas de senderismo y miradores con vistas al cauce del río Sil, hay mucho que ver en Parada de Sil gracias a su patrimonio monumental e histórico.

El principal monumento que ver en Parada de Sil es el monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, un templo benedictino del siglo XII (anterior del siglo X) que posee importantes restos de pinturas románicas y una torre campanario. Además de su belleza propia, su entorno bien merece una visita, pues se encuentra a orillas del río Sil bajo el monte Varona, concretamente en la parroquia de Cagide.

Pasear por las calles de Parada de Sil es un auténtico placer por la tranquilidad del lugar, pero si por algo es conocido el municipio es por su entorno. Y la mejor manera de conocerlo es admirándolo desde alguno de los miradores que ver en Parada de Sil. Algunos de ellos son el mirador de los Balcones de Madrid, el de la Columna y el de Triguás, pero hay otros menos conocidos como el de Cabezoás que también merecen la pena.

Otras cosas interesantes que ver en Parada de Sil es la Casa Museo de Chocolate del Teimende dentro de una antigua fábrica de chocolate que aún conserva la maquinaria tradicional, la Fábrica de la Luz que es una central hidroeléctrica rehabilitada y la necrópolis de San Víctor de Barjacoba formada por una capilla medieval y una necrópolis con tumbas antromorfas en el valle del río Mao, cerca de la desembocadura del río Sil.

Como uno de los principales pueblos de la Ribeira Sacra, no se puede dejar de visitar sus viñedos, probar su vino con Denominación de Origen Ribeira Sacra, caminar por alguna de las rutas homologadas (la PRG-98 o la PRG-177) y hacer alguno de los cruceros fluviales por los cañones formados por los ríos.

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