Torla (Huesca): Qué ver y dónde dormir

Descubre qué visitar y qué hacer en Torla

A los pies del Parque Nacional de Ordesa y Monte perdido, el municipio de Torla-Ordesa es considerado la entrada a este paraíso natural. Pero además del bonito entorno que rodea al pueblo, hay mucho que ver en Torla gracias a su arquitectura pirenaica y a su patrimonio junto al cauce del río Ara.

Al pasear por las calles de Torla se pueden contemplar las típicas casas de la zona con tejados de pizarra adornados con las peculiares chimeneas espantabrujas, un elemento arquitectónico muy común en los pueblos pirenaicos y de la comarca del Sobrarbe. El monumento más importante que ver en Torla es la iglesia del Salvador, un templo con una singular estética que parece que hacía las funciones de casa abadía y de castillo. No solo hay que disfrutar del edificio en sí, también del cuidado jardín que da la bienvenida a los visitantes y del Museo Etnológico que alberga en su interior.

Sin duda, el mayor atractivo de Torla-Ordesa es el cercano Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. El valle de Ordesa tiene una gran riqueza medioambiental y destaca la presencia de quebrantahuesos, un ave carroñera de gran envergadura en vías de extinción que tiene aquí algunas de las pocas parejas reproductoras. En estos parajes se pueden organizar infinidad de actividades al aire libre y excursiones hacia la cascada de Cola de Caballo pasando por las Gradas de Soaso, por ejemplo, aunque hay rutas de diferentes niveles.

Y todo el entorno de Torla-Ordesa permite este tipo de actividades, incluidos los deportes multiaventura como el descenso de barrancos del río Ara, las vías ferratas, el rafting o, para los más experimentados, la ascensión a Monte Perdido. Los amantes de los deportes de invierno tienen su paraíso cercano en las pistas de esquí que se reparten entre Formigal y Panticosa, aunque este último tiene la mejor opción para relajarse: el balneario de Panticosa. También hay espacio para las visitas culturales a pequeños o grandes pueblos cercanos tan interesantes como Broto, Biescas o Piedrafita de Jaca y la ciudad de Huesca a 90 kilómetros al sur.

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