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El turismo en Cáceres

turismo rural en Cáceres

La provincia de Cáceres depara grandes sorpresas a los viajeros que deciden recorrer este territorio de contrastes y de alternativas, tanto para los turistas que viajan en familia, como para los amantes y expertos de la ornitología, los apasionados de las tradiciones ancestrales y de los cruces de culturas, los aficionados a los deportes extremos y de aventura, los apasionados de la naturaleza y los amantes del buen comer.

Plagada de espacios y monumentos naturales, Cáceres sorprende a los turistas con espacios tan bellos y únicos como el Parque Nacional de Monfragüe, uno de los espacios de bosque y matorral mediterráneo mejor conservados del mundo, atravesado por el río Tajo y perfilado por enormes masas rocosas donde anidan importantes colonias de aves como buitres leonados, el halcón peregrino, el águila perdicera o el búho real, que conviven en este parque con otras especies como el martín pescador, mitos, cormoranes, ruiseñores o nutrias, entre otros animales. Para conocer el parque existen tres rutas y varios miradores naturales.

Otro espacio de gran interés es el Geoparque de Villuercas-Ibores-Jara, un macizo montañoso que forma parte de las Redes Europea y Global de Geoparques auspiciadas por la Unesco. Situado entre las cuencas del Tajo y del Guadiana, tiene en el Risco de la Villuenca su techo con sus 1.601 metros, desde el cual se obtiene una magnífica panorámica de las cadenas montañosas, los valles, las rañas y Guadalupe, al sur, con el Real Monasterio como seña de identidad.

La provincia conserva otros espacios y monumentos naturales protegidos de enorme valor, como por ejemplo la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, en pleno corazón del Valle del Jerte, donde podemos disfrutar de abundantes cascadas y saltos, donde se producen grandes oscilaciones del terreno, con cambios entre los 300 y los 2.000 metros de altitud. En esta reserva se aconseja visitar el paraje de los “Pilones” o de las “marmitas gigantes”, el conjunto más numeroso de pozas excavadas de forma natural por la erosión fluvial.

También destacan los monumentos naturales de Los Barruecos y la Cueva del Castañar. El de Los Barruecos fue el primer monumento natural de Extremadura. Se encuentra en la localidad de Malpartida de Cáceres y conforma un espacio diferenciado paisajísticamente de las llanuras que lo circundan. Destacan los batolitos, unas monumentales masas graníticas de peculiar morfología, fruto de la erosión eólica y fluvial durante millones de años. Merece la pena visitar en esta zona el Museo Vostell-Malpartida, fundado en octubre de 1976 por Wolf Vostell (Leverkusen 1932 – Berlín, 1998), representante hispanoalemán del arte contemporáneo de posguerra.

En cuanto a la Cueva del Castañar, fue descubierta en 1967 en Castañar de Ibor, comarca de Los Ibores. Tiene un recorrido de 2.300 metros y está dividida en tres sectores plagados una gran cantidad de espeleotemas de formas y mineralogía muy variada. Al lado existe un centro de interpretación donde se nos explican os procesos geológicos que dieron lugar a la cueva, y cerca tenemos también un camping.

El intenso pasado de esta provincia se puede ver, palpar y sentir a través de las muchísimas joyas monumentales y artísticas que se conservan. Una visita a la medieval y renacentista localidad de Trujillo hace evidente el glorioso pasado de estas tierras a través de su castillo-fortaleza, su Plaza Mayor, sus señoriales palacios o sus hermosas iglesias.

Asombra la belleza del caso antiguo de la capital, Cáceres, declarado Patrimonio de la Humanidad y considerado uno de los conjuntos artísticos y monumentales más impresionantes y mejor conservados de Europa.

Una visita al conjunto monumental de Guadalupe ayuda a completar el paisaje histórico, artístico y monumental de Cáceres, con el Real Monasterio de Santa María como uno de los emblemas de Extremadura y Patrimonio de la Humanidad.

En cuanto a la cocina de Cáceres, destacan las migas, el gazpacho cacereño, la chanfaina, la caldereta extremeña, el frite extremeño (cordero frito con pimentón) o los escabeches de tencas a la cacereña, entre otros platos.