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Las islas de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote conforman la provincia de Las Palmas, junto a los islotes de La Graciosa, Montaña Clara, Alegranza, Isla de Lobos de Roque del Este y Roque del Oeste. Un conjunto único que la Unesco declaró Reserva de la Biosfera.

Espectaculares playas, impresionantes acantilados, fondos marinos sorprendentes, vientos y olas soñados por aficionados al surf y windsurf, parajes únicos en el mundo para recorrer andando o en bicicleta, y una flora y fauna de valor incalculable son parte de los encantos de estas cálidas islas afortunadas.

La Provincia de Las Palmas cuenta con un Parque Nacional, el de Timanfaya, en la isla de Lanzarote. De origen volcánico, aquí existen más de 25 volcanes, entre los que destacan la Montaña de Fuego, la Caldera del Corazoncillo y la Montaña Rajada.

En Lanzarote existen también dos parques naturales: el de los Volcanes y el del Archipiélago Chinijo. El primero rodea en su límite oeste al Parque de Timanfaya y conserva las mejores muestras de colada de lava y de campos de lapilli. Por su parte, en el Parque Natural del Archipiélago Chinijo destacan los cantilados de Famar y el conjunto volcánico que conforman la isla de La Graciosa, los islotes de Montaña Clara y Alegranza, y los Roques del Este y del Oeste.

Podemos visitar además la Reserva Natural Integral de los Islotes, al norte de Lanzarote, una zona de nidificación y refugio de aves donde habitan especies amenazadas.

En Lanzarote existen también dos paisajes protegidos, el del barranco de Tenegüime y el volcánico de La Geria con sus plantaciones de vides, además de numerosos monumentos naturales: la Corona, los Ajaches, la Cueva de los Naturalistas, el islote de los Halcones y las Montañas del Fuego.

Además, las playas de Lanzarote son propicias para los deportes náuticos, especialmente para el surf y el windsurf, destacando la playa de Las Cucarachas en Costa Teguise.

En la isla de Gran Canaria podemos disfrutar tanto de la costa como de la montaña, ya que la isla puede considerarse un macizo que se eleva desde el nivel del mar hasta los 1.949 metros de altitud del Pico de Las Nieves. Aquí existen varios espacios protegidos, entre los que destacan los parques naturales de Tamadaba –red de barrancos, escarpes y macizos– y el de Pilancones –surcado por profundos barrancos y donde se refugian especies amenazadas–, además de las reservas naturales integrales de Inagua y del Barranco Oscuro.

En Gran Canaria existen varias reservas naturales especiales de gran belleza y valor ecológico, como las Dunas de Maspalomas, Güigüi, los Tilos de Moya y Los Marteles, además de los parques rurales del Nublo y Doramas.

Los 236 kilómetros de costa de Gran Canaria están plagados de playas variadas para los bañistas y para los aficionados de los deportes náuticos, especialmente del surf, windsfurf y kitesurf.

Por último, la isla de Fuerteventura es la mayor representación de hábitats esteparios y desérticos del archipiélago canario y disfruta del medio marino de mayor riqueza de Canarias. Cuenta con cuatro parques naturales: los de la Isla de Lobos, Jandía, Corralejo y Ajuy. A éstos los acompañan los paisajes protegidos de Vallebrón y del Parque Rural de Betancuria, además de numerosos monumentos naturales. Es interesante, además, visitar la playa del Matorral, declarada Sitio de Interés Científico.

Entre las numerosas y bellas playas de la isla, sobresalen los arenales casi infinitos de Risco del Paso (6.500 m.), Cofete (6.000 m.), Barlovento (5.700 m.), Solana del Matorral-El Sebadal (4.325 m.), Sotavento (4.325 m.), Costa Calma (2.190 m.).