Alella (Barcelona): Qué ver y dónde dormir

Descubre qué visitar y qué hacer en Alella

Situado en un entorno natural privilegiado, Alella combina la tranquilidad y belleza del turismo rural con su rica historia y cultura. Su ubicación, en plena comarca del Maresme y a menos de 20 kilómetros de Barcelona, es la visión perfecta entre la montaña del interior de la provincia y el mar (a solo 2 kilómetros). Además, hay mucho que ver en Alella porque es un pueblo con una historia fascinante y sus calles empedradas tienen una atmósfera única donde el pasado se entrelaza con el presente.

Uno de los monumentos más importantes que ver en Alella es la iglesia de San Félix, un bonito templo religioso de estilo románico. Además, el casco antiguo de Alella está repleto de encantadoras casas señoriales y plazas pintorescas, por lo que pasear tranquilamente por sus calles significa descubrir edificios como Cal Marqués de estilo clasicista, Casa Alella de estilo ecléctico o las Escuelas Pías del siglo XIX.

Pero si por algo destaca Alella es por su producción y por su tradición vinícola, de ahí la Denominación de Origen Alella. Por eso, una parada obligatoria es precisamente Alella Vinícola, una bodega que funcionó como cooperativa que se encuentra en un curioso edificio. Se puede disfrutar de visitas guiadas, catas de vino (especialmente vinos blancos) y aprender sobre el proceso de producción.

Si buscas conectar con la naturaleza, Alella es el destino ideal. Rodeado de montañas y colinas verdes cerca del mar, ofrece un entorno natural impresionante. A poca distancia del pueblo, está tanto el Parque de la Cordillera Litoral como el Parque Natural de la Serralada de Marina, paraísos para los amantes del senderismo y las actividades al aire libre por sus bosques frondosos con vistas panorámicas espectaculares de la costa y del mar Mediterráneo. Además, Alella está cerca de las hermosas playas de la Costa del Maresme donde relajarse y disfrutar del sol y el mar.

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