Pineda de Mar (Barcelona): Qué ver y dónde dormir

Descubre qué visitar y qué hacer en Pineda de Mar

Pineda de Mar tiene el privilegio de ser el municipio de la comarca del Maresme con la playa más larga. Eso junto a que se encuentra muy cerca de las ciudades de Girona y Barcelona hacen que sea un gran destino turístico para los locales. Además de todo lo que hay que ver en Pineda de Mar, parte de su territorio está dentro del Parque Natural Montnegre i el Corredor, por lo que combina patrimonio con mar y montaña.

Este pequeño pueblo costero es fácil de recorrer y conocer a pie. Los interesados en las visitas culturales deben saber que lo primero que ver en Pineda de Mar es su acueducto romano. Esta construcción de entre los siglos II y III a.C. conserva cuatro grandes arcos que muestran la extensa historia del municipio. El siguiente monumento que no hay que perderse es el castillo de Montpalau, restos de una fortaleza del siglo XI levantada sobre un asentamiento ibérico. Por último, la Fundación Tharrats d’Art Gràfic Neix expone interesantes obras modernas, principalmente vanguardistas, y propone un plan diferente en Pineda de Mar.

Y aunque este patrimonio cultural es muy interesante, lo que más atrae a los turistas a este pueblo son sus recursos naturales. El extenso arenal blanco bañado por las cristalinas aguas del mar Mediterráneo está totalmente acondicionado para el disfrute. Hay un club náutico y diferentes instalaciones para practicar deportes acuáticos o, simplemente, darse un baño en la playa de Pineda de Mar.

La guinda del pastel lo pone el Parque Natural Montnegre i el Corredor que ocupa parte del territorio de Pineda de Mar. Este espacio protegido de la cordillera del litoral catalán alberga densos bosques de pinos, alcornocales y encinas y bonitos parajes que se pueden conocer gracias a las diferentes rutas de senderismo acondicionadas con vistas a la costa. Además, se pueden organizar otras actividades al aire libre como las rutas en bicicleta de montaña o a caballo y visitas culturales a los dólmenes neolíticos (dolmen de Ca l’Arenes) y otras construcciones como la ermita de l’Erola.

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