Qué ver en la provincia de Palencia

Descubre qué visitar y dónde dormir en la provincia de Palencia

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Palencia es una de las nueve provincias de Castilla y León, limitando al norte con la comunidad autónoma de Cantabria. Este austero y discreto territorio posee un variado entorno natural que ha sido poblado por bellos municipios, por lo que hay mucho que ver en Palencia.

El principal espacio protegido de la provincia es el Parque Natural Montaña Palentina, antes llamado del Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina, que alberga parajes como las fuentes Carrionas (nacimiento del río Carrión) y las fuentes del Cobre (nacimiento del río Pisuerga) que le daban nombre. Pero también alberga bonitos pueblos como Aguilar de Campoo, considerado la capital palentina del Románico Norte por su importante patrimonio de ese estilo, y Cervera de Pisuerga, que fue punto de encuentro de comerciantes de las provincias aledañas y ejemplo del románico palentino.

Otros pueblos que ver en Palencia son Ampudia, que destaca por el castillo de Ampudia, el mejor conservado de Palencia, pero también por su patrimonio religioso protagonizado por la colegiata de San Miguel; Carrión de los Condes, a orillas del río Carrión, fue centro del comercio de la provincia y paso del Camino de Santiago, por lo tanto, posee un importante patrimonio principalmente religioso con el monasterio de San Zoilo a la cabeza; Dueñas fue una importante villa medieval de la que ya no se conserva el castillo, pero si un interesante casco histórico y un patrimonio protagonizado por el monasterio de San Isidro de Zoilo; Herrera de Pisuerga conserva su trazado medieval y restos romanos, pero es conocido principalmente por su fiesta dedicada al cangrejo de río.

También son buenos ejemplos de pequeños pueblos palentinos Saldaña, una villa campesina a orillas del río Carrión repleta de casas solariegas y de restaurantes en los que degustar las famosas alubias de Saldaña; Osorno la Mayor con una extensa historia que se muestra en su patrimonio con yacimientos desde la Prehistoria, y Frómista, la joya del románico palentino gracias a la iglesia de San Martín de Tours, una de las mejores de Europa. Pero, además, es un cruce entre el Camino de Santiago Francés y el Camino Lebaniego Castellano y destaca por sus esclusas en el Canal de Castilla.

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