Prado del Rey es un bonito pueblo gaditano que se encuentra dentro de la ruta de los pueblos blancos, concretamente está situado entre las poblaciones de Arcos de la Frontera y El Bosque, enclavado a unos 400 metros sobre el nivel del mar y a más de 100 kilómetros de la capital provincial. Cuenta con una población de unos 6.000 habitantes, y
... se ubica entre cerros, colinas y arroyos, a la entrada del parque natural Sierra de Grazalema, donde la diversidad de fauna y flora les sorprenderá, así como todo su entorno natural donde podrán disfrutar de rutas o senderos para recorrer a pie, en bicicleta, a caballo o en 4x4.
La casa de campo se sitúa a las afueras del pueblo, en la carretera que une Arcos de la Frontera con El Bosque, es una casa amplia, con inmensos espacios de ocio en el exterior, ideal para ir en grupo, con tus amigos o con tus familiares, y también es ideal para ir con niños pues disfrutaran de la naturaleza que les rodea y además la casa dispone de un parque infantil con columpio.
Casa de campo 4 dormitorios, dos de ellos con cama de matrimonio y cama de
90 cm, otro con dos camas de 90 cm y otro con una cama de 90 cm . Capacidad
9 personas y en el salón dos sofás cama que se pueden utilizar como dos camas supletorias para cuatro personas más.
• Amplia terraza y porche con barbacoa
• Piscina privada y zona infantil con columpios
Los 2 apartamentos por su parte se encuentran en el mismo centro del pueblo y cuentan con:
• Salón con chimenea y sofá cama
• Cocina totalmente amueblada y con todo el menaje necesario
• Cuarto de baño con ducha y bañera
• Un dormitorio con cama de matrimonio
• Un dormitorio familiar, bien con tres camas individuales o una de matrimonio y una individual
• Y terraza con mobiliario
En un entorno como el de Prado del Rey podrá realizar tantas actividades de aventura como deseen, desde la casa le pondrán en contacto con una empresa del pueblo que se dedica a ello. Y para los menos aventureros, sin salir del pueblo podrán disfrutar de sus magníficos locales de restaurantes, sus gentes, sus calles encaladas o sus antiguas bodegas.
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