Se trata de una ruta muy sencilla, apta para niños e incluso variándola un pelín, se puede ir con carrito de bebé. Para comenzar la excursión, debemos poner rumbo a la localidad de El Escorial. Por la carretera M-505 dirección a Ávila-Puerto de la Cruz Verde, nos encontramos a la izquierda un cartel que nos indica la Ermita de la Virgen de Gracia y la silla de Felipe II, y a la derecha, una señal de parking, donde podemos dejar el coche.
Gran parte de la ruta discurre por El Bosque de la Herrería, que junto con el Pinar de Abantos, es un espacio natural protegido por la Comunidad de Madrid, declarado Paraje Pintoresco por sus valores naturales e históricos.
Cruzamos la carretera y ponemos dirección a la Silla de Felipe II dejando el camino de la Ermita de la Virgen de Gracia a nuestra derecha. Continuamos unos metros más adelante por la carretera y el camino se divide en dos. El de la derecha tiene una barrera. Continuamos por la carretera de la izquierda unos 100 metros más adelante, que la carretera y tuerce hacia la izquierda, nos encontramos una pista de tierra, que también tiene una pequeña barrera para los coches.
El camino por aquí es algo pedregoso, pero nada peligroso para niños. La ruta está señalizada con los símbolos habituales.
Si vas con carrito de bebé, no es apto y no te queda más remedio que seguir por la carretera. En cualquier caso, llegas a la zona donde está la silla de Felipe II, que incluso puedes llegar en coche, aunque el parking es muy reducido. Allí mismo hay un pequeño bar, para tomarte algo tranquilamente.
Si vas por el camino, te encuentras con curiosas formaciones rocosas, las cuales llaman la atención de los más peques de la casa, por estar en equilibrio y parecer que en cualquier momento las puedes empujar.
Se llega enseguida a la silla de Felipe segundo, donde está el bar que mencionábamos y diversos bancos para descansar.
Las vistas desde la silla de Felipe II son espectaculares; se divisa claramente el monasterio de El Escorial y toda la sierra.
La famosa silla, está esculpida en una enorme roca, en la cual te puedes sentar y sentirte como un verdadero rey de la época.
Luego puedes optar por seguir la ruta señalizada que te llevará más hacia arriba de la montaña hacia la cumbre conocida como Las Machotas.
Si vas con niños, esta ruta ya es algo más escarpada, aunque puedes hacer una pequeña incursión hacia algún otro mirador y se pueden ver a escaladores con unas colchonetas, practicando en algunas rocas sus técnicas de escalada.
Además, se puede divisar al fondo Madrid capital con su skyline de las 4 torres fácilmente reconocibles.
La otra alternativa, algo más sencilla, es continuar por la senda ecológica, la cual viene marcada en los carteles con un pequeño itinerario de todas las cosas que puedes ver. El comienzo de la senda ecológica se divisa desde la zona del bar y es una pequeña carretera asfaltada con una barrera que pone un cartel de “Prohibido aparcar. Salida de Emergencias”.
Además, cuenta con zonas habilitadas para poder comer con mesas y con bastantes sombras.
Una de las cosas que se pueden ver en la senda ecológica, es la Cueva del Oso, la cual suele despertar bastante curiosidad en los peques. Y si algún adulto se esconde y hace algunos ruiditos, las risas están aseguradas.
En el final de la senda, nos encontramos con la llamada Fuente de la reina y con una finca privada.
El camino continúa, aunque nosotros optamos por darnos la vuelta y tomar un refrigerio en el bar. Desde luego, es una ruta sencilla, recomendable para ir con niños y pasar un agradable día en familia.