Apenas vamos a darnos cuenta, y veremos que el calendario marca ya otro año: el 2014. Tras la Navidad llega inevitablemente el fin del año, aquellos días en que todos empezamos a hacernos promesas y a elaborar planes que queremos llevar a cabo durante el nuevo año, aunque todos sabemos en el fondo que, en la mayoría de las ocasiones, antes de que llegue la primavera ya ni tan sólo nos acordaremos de ellos.
Así como la Nochebuena es una fiesta entrañable y familiar, la Nochevieja, aunque por supuesto, mucha gente la celebra también en familia, es una fecha más dada a las fiestas y al «desmadre», que se suele celebrar con los amigos, reuniendo a un buen grupo de ellos.
Normalmente, los restaurantes y salas de fiesta han sido los protagonistas de esta noche, juntamente, por supuesto, con los domicilios familiares, aunque estos últimos, a pesar de la ventaja que supone la libertad e intimidad que se pueda tener en ellos, tienen también una serie de desventajas, entre ellas el poco espacio del que suelen disponer, y otro también importante, «el día siguiente», que tenemos que pasar fregando y arreglando el inevitable desaguisado.
Una buena alternativa para pasar esta señalada noche, lo constituye un alojamiento de turismo rural, en el que además de encontrarnos en plena naturaleza y rodeados de hermosos parajes, podremos celebrarlo a nuestras anchas y dormir allí después de la fiesta, lo cual nos evita el riesgo de tener que conducir en una velada en la cual, quien más quien menos, todos tomamos algunas copas.
Una buena opción para la ocasión es un hostal u hotel rural situado en algún treanquilo paraje natural, en el que dispongan de restaurante, para así poder llevar a cabo en él de manera relajada la cena de Nochevieja, e incluso al día siguiente la comida del día de Año Nuevo, pudiendo dormir hasta tarde y reponernos de la víspera, ya que no tendremos que ocuparnos de nada. Aunque también es una buena elección una vivienda rural bien equipada en la que nosotros mismos nos lo hagamos todo, opción muy apropiada para todos aquéllos, que son muchos, que disfrutan más con los preparativos que con la fiesta en sí.
Sea cual sea el estilo elegido, son muchos los establecimientos repartidos por nuestra geografía que cumplen los requisitos deseados, en los que podemos pasar las últimas horas de este año y las primeras del siguiente de tal manera que nos deje un grato recuerdo. Señalaremos algunos a modo de orientación y ejemplo, por supuesto sin olvidar que hay muchos más, todos ellos de gran prestigio y calidad.
Este establecimiento se encuentra en un enclave inmejorable, en pleno Pirineo aragonés, en el hermoso valle de Benasque, rodeado por las majestuosas cimas pirenaicas. Pueden hospedarse en él hasta 19 personas, y además de sus confortables habitaciones todas ellas con baño y televisor, ofrece unas cómodas zonas comunes, como su biblioteca o su gran salón con chimenea.
Es un alojamiento ideal para un grupo de amigos que desee celebrar la Nochevieja en un entorno tranquilo, y en un escenario muy apropiado. El hotel dispone de bar y de un buen restaurante, especializado en cocina típica de la zona.
Para un grupo de amigos que ronden más o menos la docena, la casa rural Son Ai se convierte en un alojamiento muy adecuado para cualquier tipo de encuentro o celebración, incluido el fin de año. Se halla en una de las zonas más bonitas de la provincia de Barcelona, en pleno Parque Natural del Montseny, próximo a la localidad de Santa María de Palautordera.
Es una bonita casa de estilo alpino, de tres plantas, situada dentro de una gran parcela de 1500 metros cuadrados, con unas confortables habitaciones con baño. Dispone asimismo de dos grandes salones y una biblioteca acristalada, así como de bonitas zonas ajardinadas con piscina. La estrella de la casa es la bodega, un lugar atractivo y cómodo, con espacio para comer todos en ella, el sitio idóneo para celebrar esta esperada noche.
Este establecimiento es ideal para un grupo de amigos por numeroso que sea, ya que dispone de unas 100 plazas. Se trata de un confortable albergue situado en el Principado de Asturias, en la emblemática localidad de Cangas de Onís. Ofrece habitaciones dobles y triples, además de otras estancias equipadas con literas, de hasta 4 plazas. Todas las habitaciones disponen de baño.
El edificio tiene también un gran comedor, salón social y terrazas. Hay además parrillas, neveras o microondas, entre otros útiles. Encontramos en la Posada asimismo una sidrería con lagar, además de una cafetería. Todo a nuestra alcance para organizar en este atractivo establecimiento una cena y fiesta de Nochevieja, o por supuesto para cualquier otro tipo de celebración, del todo inolvidable.
Quienes deseen dar la bienvenida al nuevo año en tierras vascas, pueden optar por este atractivo hotel rural. En él podemos celebrar esta fiesta con todo nuestro grupo de amigos por amplio que éste sea, ya que el establecimiento tiene capacidad para 60 personas. Se ubica en el municipio de Oiartzun, en la provincia de Guipúzcoa. Se halla en un maravilloso entorno natural, rodeado de verdes praderas y a tan sólo 11 kilómetros de la ciudad de San Sebastián.
El establecimiento dispone de todas las comodidades, y nos ofrece habitaciones con baño, televisión, teléfono y conexión a internet. En el hotel hay un prestigioso restaurante, con una cocina de una gran calidad basada en platos de la zona, todos ellos elaborados con productos frescos y de primera categoría.
Aquéllos con quienes no vaya el frío ni el tópico de las “navidades blancas”, y deseen celebrar el fin de año en un entorno más cálido, siempre pueden optar por alguna de las casas rurales que se encuentran en el archipiélago canario, como la Finca Susanna, una atractikva vivienda dedicada al turismo rural que se halla en la isla de Tenerife, en la localidad de La Esperanza. Tiene capacidad para unas 12 personas, y está rodeada de palmeras y otra vegetación típica de la zona.
Además de sus confortables habitaciones, ofrece cómodas zonas comunes, estancias amplias y muy bien decoradas, adxemás de unos cuidados jardines con piscina, que podemos usar dada la climatología del lugar. Un establecimiento en el que, a buen seguro, pasaremos un fin de año de los que no se olvidan.