Casas rurales en Castilla y León

El patrimonio natural de la comunidad castellano-manchega es de una gran riqueza, con espacios protegidos de gran valor ecológico y medioambiental, contrastes paisajísticos de gran belleza y rincones que sorprenden al viajero por su encanto.

En esta comunidad se encuentran dos parques nacionales, el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y una parte del Parque Nacional de los Picos de Europa. También encontraremos en estas tierras nada menos que once parques naturales, que son: el Parque Natural de los Arribes del Duero, el Parque Natural del Cañón de Río Lobos, el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña, el Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón, el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, el Parque Natural de las Hoces del Río Riaza, el Parque Natural del Lago de Sanabria y Alrededores, el Parque Natural de la Laguna Negra y los Circos Glaciares de Urbión, el Parque Natural de las Lagunas Glaciares de Neila, el Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia y el Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil.

Encontraremos asimismo parques regionales, como el de la Sierra de Gredos, y abundantes reservas y monumentos naturales, entre ellos el Acebal de Garagüeta, el Valle de Iruelas, La Fuentona o el Lago de la Baña. Y ello sin contar un gran número de espacios no declarados, como Las Tuerces, la Sierra de Ancares o el Valle de San Emiliano en León.

Como podemos observar, un verdadero paraíso para aquéllos a quienes les guste pasar unos días tranquilos en plena naturaleza y contemplando bellísimos parajes.

Por otro lado, si el patrimonio natural de las tierras castellano-leonesas es valiosísimo, su legado artístico no le va a la zaga. La comunidad ha sido testigo de los más importantes acontecimientos históricos que han tenido lugar en la península, y la historia ha dejado en ella una profunda huella.

Una de las construcciones más abundantes en estas tierras son sus castillos, fortalezas de carácter defensivo que fueron levantadas en su mayor parte durante la época del medioevo. Encontraremos un sinfín de ellos en esta comunidad, como el Castillo de Peñafiel, el Castillo de Ciudad Rodrigo, el Castillo de la Mota, el Castillo de Cuéllar, el Castillo de Urueña, el Castillo de Bellver de los Montes o el Castillo de Zamora.

Son también muy abundantes sus edificaciones de carácter religioso, con un gran número de catedrales, monasterios, conventos, iglesias, templos, ermitas y similares. Entre ellos, citaremos a modo de ejemplo la Catedral de Burgos o la de León, la Basílica de San Vicente de Ávila, el Monasterio de San Miguel de Escalada en León o el Real Monasterio de Santa Clara de Tordesillas.

En cuanto a su arquitectura civil, podremos contemplar el Palacio de Pimentel, la Casa de las Conchas, la Casa del Cordón o el Palacio Ducal de Lerma. Todo ello sin olvidar los conjuntos arquitectónicos tan valiosos que encontraremos, como el formado por las murallas y casco antiguo de la monumental ciudad de Ávila.

A estos atractivos que Castilla y León nos ofrece, se suman aún otros, como sus museos, su oferta de ocio, sus tradiciones y sus fiestas. Ello sin olvidar su exquisita gastronomía, que constituye asimismo un fuerte reclamo para el viajero.

La cocina de esta comunidad es de sobras conocida, especialmente por sus carnes y asados, con platos como el lechazo asado o el cochinillo. Entre el resto podemos destacar las patatas a la importancia, las sopas de ajo, la sopa castellana o la gallina en pepitoria. También son destacables productos propios de alguna de sus localidades, como las judías de El Barco de Ávila o los judiones de La Granja. Todo ello regado, por supuesto, con sus prestigiosos vinos, de los cuales posee nada menos que nueve Denominaciones de Origen, como la D.O. Ribera del Duero o la D.O. Toro.

En Castilla y León vamos a encontrar una importante infraestructura en cuestión de turismo rural, con alojamientos para todas las necesidades, todos ellos bien equipados y situados en bellísimos enclaves.