Caldas de Luna (León): Qué ver y dónde dormir

Descubre qué visitar y qué hacer en Caldas de Luna

A unos 60 kilómetros al norte de la ciudad de León y casi a la entrada de Asturias, Caldas de Luna es uno de los pueblos más bonitos de León. Esta pequeña villa pertenece al municipio de Sena de Luna y está situada junto al arroyo de Caldas, en plena cordillera Cantábrica. Aunque era una población perdida en la montaña, ahora sigue manteniendo su encanto, pero muy bien comunicado. Por eso, hay mucho que ver en Caldas de Luna y en su entorno natural.

Si por algo es conocido este pueblo es por el balneario de Caldas de Luna. Las aguas de este municipio se comenzaron a explotar a principios del siglo XX y atraen a gentes de muchos lugares. Su ubicación, en pleno valle de la Luna, hace que el entorno sea espectacular. Si a esto se le suman las instalaciones que incluyen piscinas, baños, duchas, spa, solárium e infinidad de servicios, el pueblo es ideal para relajarse y desconectar.

El casco urbano no ofrece muchos monumentos que ver en Caldas de Luna, pero mantiene todo el encanto de una aldea leonesa de montaña. Sus calles son fáciles de recorrer y se puede visitar la bonita iglesia de San Juan Bautista.

El entorno natural ofrece muchos lugares que ver cerca de Caldas de Luna. Uno de ellos es el embalse de Barrios de Luna donde termina el cauca del río Luna y en el que se permite el baño, la navegación y la pesca. Otro es el valle de San Emiliano, un espacio natural que ocupa parte de las bellas comarcas de Babia y Luna. Atravesando el túnel del Negrón y el de Pajares, se lleva al valle del Huerma desde donde ya se puede ver la costa asturiana. Además, a solo 40 kilómetros y ya en Asturias, se puede disfrutar de los parques naturales de Somiedo y de Las Ubiñas-La Mesa. Todos estos parajes que rodean a Caldas de Luna permiten organizar infinidad de actividades al aire libre y conectar con la naturaleza para descansar y conseguir la máxima tranquilidad.

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