Écija (Sevilla): Qué ver y dónde dormir

Descubre qué visitar y qué hacer en Écija

La ciudad de Écija se encuentra unos 100 kilómetros al este de Sevilla, más cerca de Córdoba que de la capital hispalense, en el valle del río Genil. Es conocida por ser ‘La sartén de Andalucía’ por las altísimas temperaturas que se alcanzan durante los meses de verano, pero además, es la ‘Ciudad de las Torres’ por su impresionante patrimonio.

No hay mejor manera de empezar visitando Écija que acudiendo a su centro neurálgico, la plaza de España, conocida como ‘El salón’. Allí se pueden visitar los restos arqueológicos del Estanque Romano, la antigua ciudad de Astigi, en el subsuelo de la plaza. Está rodeada por el ayuntamiento, el convento de San Francisco, el mirador de Benamejí y la iglesia de Santa Bárbara. Y, precisamente, esos son algunos de los edificios que pertenecen a la ‘Ruta de las 11 Torres’ que va por el municipio, casi todas de estilo barroco. Otras son la iglesia de Santa María, con su capilla rococó; la iglesia de Santiago, de estilo gótico mudéjar; la iglesia de Santa Cruz, con su torre inacabada y un sarcófago paleocristiano; la iglesia de San Juan Bautista, con una peculiar torre; la iglesia de Santa Ana, construida sobre la muralla que protegía la ciudad; la iglesia de San Gil; la iglesia de los Descalzos y las Torres Gemelas del antiguo Monasterio de la Concepción. Sin embargo, no solo hay templos en Écija, hay importantes casas palacio como el Palacio de Benamejí (actual museo), el de Peñaflor o el de Justicia y la Casa del Gremio de la Seda.

Además del turismo urbano, en Écija se puede conectar con la naturaleza gracias a El Camino Natural de La Campiña Sevillana, una vía verde sobre el antiguo trazado ferroviario que conectaba Marchena y Valchillón. Hay diversas actividades por el río Genil como el piragüismo y el rafting y un parque multiaventura. A las afueras se pueden visitar numerosas yeguadas y, como no, la laguna de Ruiz Sánchez, un humedal muy importante por el paso de diferentes especies de aves migratorias y el segundo en extensión de Andalucía tras el de Fuente de Piedra.

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