Es Mercadal (Illes Balears): Qué ver y dónde dormir

Descubre qué visitar y qué hacer en Es Mercadal

Al pensar en Menorca, quizá llama especialmente la atención un pueblo situado en medio de la isla. Sin embargo, Es Mercadal es una localidad para disfrutar de un turismo alternativo lejos de las multitudes. En esta visita se puede conocer la parte más tradicional menorquina, así como la zona con más montaña, sin renunciar a las mejores playas de la isla que se encuentran relativamente cerca.

Paseando por el casco antiguo de Es Mercadal se puede ir descubriendo la típica arquitectura isleña con casitas blancas y callejuelas salpicadas de escalinatas y algún mercadillo. Un sitio perfecto para perderse y acabar en la plaza principal tomando un refrigerio. También merece la pena visitar el Centro Artesanal de Menorca con una amplia exposición de piezas artesanales de calzado, cerámica o bisutería de maestros artesanos locales. Y para rematar la visita, también es recomendable conocer S’Aljub de Es Mercadal, un enorme aljibe de 40 metros de altura construido en el siglo XVIII.

La opción playera más cercana son las playas de Fornells a unos 15 kilómetros en coche. A pesar de ser una costa más abrupta de lo normal, el paisaje compensa sobradamente el viaje. En esta zona destaca la Cala Tirant, pero al norte hay una estrecha carretera que lleva al punto más al norte de la isla: el faro de Cavallería. Otras alternativas para el baño son la zona de Son Parc, Arenal d’en Castell y Na Macaret con bonitas playas y un ambiente más turístico, con más opciones de ocio y restauración.

Otro punto fuerte de Es Mercadal es su situación estratégica justo en el medio de la isla. Dado que Menorca no tiene una gran longitud se llega a cualquier lugar en poco tiempo: Mahón (25 minutos), Ciudadela (25 minutos), Parque Natural de s’Albufera des Grau (27 minutos), Cala Galdana (18 minutos). En una hora de paseo se sube al monte Toro, la cima más alta de la isla de Menorca, donde se disfruta de unas bonitas vistas y se respira el aire puro de la vegetación autóctona. En ese mismo monte se encuentra el santuario de la Virgen de Toro.

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