Situado en plena Sierra de Gata, en la provincia de Cáceres, se encuentra la bonita localidad de Acebo, un tranquilo pueblo extremeño cuyo censo ronda los 650 habitantes.
Encontraremos este pequeño municipio al norte de la provincia, rodeado de extensos campos de olivos y huertas de naranjos y en un maravilloso entorno natural en el que abundan los arroyos, las montañas y los ríos. Cuenta además con unas cristalinas piscinas naturales, consiguiendo, la suma de todos estos elementos, convertir Acebo en un destino ideal para el viajero rural y el amante de la naturaleza.
Ofrece además muchos otros atractivos, cada uno de los cuales vale la pena, por sí mismo, para decidirnos a viajar hacia estas hermosas tierras, como la riqueza de su patrimonio artístico, que empieza por su arquitectura popular, las mismas casas del pueblo. O la exquisitez de su gastronomía, basada sobre todo en los prestigiosos y frescos productos de sus fértiles huertas, con los que elaboran exquisitos platos como la tortilla de espárragos, muy tradicional en la zona. O sus fiestas, de las que el viajero puede disfrutar y, gracias a la hospitalidad de sus gentes, sentirse como uno más de sus vecinos.
Uno de los parajes más recomendables de visitar en Acebo es el conocido como la Presa del Prado de las Monjas, un embalse rodeado de montañas, en un enclave ideal para los senderistas, ya que a sus alrededores hay algunas sendas muy interesantes de realizar y que nos llevarán a parajes de gran belleza, como los que encontraremos simplemente siguiendo el cauce del río. Cabe destacar la existencia en la zona de varios miradores, y que vale la pena acercarse hasta alguno de ellos por la panorámica que nos ofrece del embalse y su entorno.
Una de las rutas que se pueden hacer a partir de dicho pantano es la conocida como Ruta Verde de la Cervigona, un recorrido por algunos de los más bellos parajes de la provincia y que nos llevará hasta la espectacular Cascada de la Cervigona, que alcanza nada menos que los 60 metros de altura, en una caída perpendicular, y a la que podremos acercarnos hasta el mismo punto en que cae el agua. Pasando por el embalse, la ruta sigue por la que es conocida como “senda de los puentecitos”, cuyo nombre enseguida nos veremos cuenta que procede por los abundantes puentes de madera que hay para poder cruzar el río.
Llegaremos luego a una antigua central eléctrica, conocida popularmente con el nombre de “la fábrica de luz”, y de la cual quedan algunos vestigios, como el gran tubo que transportaba el agua desde la sierra hasta la central, y que deberemos seguir a partir de ahora. Cabe señalar que a partir de aquí el camino se hace más difícil, ya que la pendiente es considerable. Llegados a una balsa, veremos un canal que seguiremos y enseguida veremos la hermosa cascada, cuya agua al caer forma una poza de aguas frías y transparentes donde podemos refrescarnos. Cerca tenemos el Mirador de la Ventosa, desde el que podremos contemplar toda la Sierra del Jalama. Estos entornos son ideales para la práctica del barranquismo.
Acebo, como hemos dicho, posee también, en sus alrededores, unas magníficas piscinas naturales, consideradas por muchos como las mejores de la comunidad. Son tres, las cuales reciben el nombre de Carreciá, Jevero y de la Cruz. La más profunda es la piscina de Carreciá, que tiene 2’75 metros de profundidad, siendo también normalmente la que está mas concurrida. En los tres casos se trata de un lugar ideal para pasar un agradable día de baño, en el que encontraremos además un bar-restaurante.
En cuanto a su legado, lo primero que nos sorprenderá es su arquitectura popular, ya que la localidad conserva sus casas tipicas, en las que abundan los entramados de madera y las ventanas en forma de medio arco. En cuanto a las obras que forman parte de su patrimonio histórico, debemos mencionar su Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, que data del siglo XVI y es un edificio de una gran belleza y majestuosidad, hasta el punto que es conocida también como “la Catedral de Gata”. Está declarada como una construcción de un alto valor monumental, y es de destacar la espectacular escalera de caracol que sube hasta su campanario.
Otra de las obras que debemos visitar es su bonita Ermita el Cristo, también del siglo XVI, y que guarda en su interior una valiosa imagen de Jesucristo. Tampoco deberíamos dejar de visitar el barrio judío de la localidad, así como su Sinagoga.
El municipio tiene mucha fama por su artesanía, ya que en él se hacen unos maravillosos encajes de bolillos, una tradición que tiene su origen en el siglo XV. Si dice que, con motivo de la construcción de su Iglesia, llegaron a la localidad trabajadores procedentes de Galicia, y que sus mujeres enseñaron a las de Acebo a realizar estas atractivas labores. Actualmente, paseando por las calles de la población, aún podemos ver grupos de mujeres sentadas en los portales y haciendo los encajes de bolillos mientras se cuentan sus cosas.
Para los viajeros que deseen participar de las alegres fiestas de la localidad, deberán tener en cuenta que el día 15 de agosto tienen lugar las celebraciones más importantes que se llevan a cabo en ella, y que están dedicados a Nuestra Señora de los Ángeles. Tales fiestas terminan con la conocida como Romería del San Juan, donde se degustan platos típicos de la zona elaborados por expertos cocineros de la comarca, degustación en la que pueden participar también los visitantes.
Aún tienen lugar otras dos fiestas destacables en Acebo, la festividad de San Sebastián el día 20 de enero, y la Romería de la Virgen de la Herradura, el tercer domingo de mayo.
En lo que se refiere a la gastronomía de la zona, es la propia de la comarca, muy basada en la carne y embutidos, pero especialmente en las frescas verduras y hortalizas de su huerta. En Acebo tienen mucha fama además algunos productos como su miel, considerada de las mejores de la comunidad, así como su vino de pitarra, como se denomina al vino que elaboran artesanalmente las familias extremeñas y que en esta localidad se emplea un método autóctono para elaborarlo.
Algunos de los platos más característicos de Acebo son las patatas rellenas, que para sus habitantes es típico comerlas en Semana Santa, así como el conocido mojeteo, una ensalada hecha a base de naranjas.
