La presencia de teatros romanos en España no es una mera coincidencia, sino un testimonio tangible de la profunda influencia romana en la península ibérica. Durante la conquista romana que se extendió desde el siglo III a.C. hasta el siglo V d.C., los romanos dejaron una marca indeleble en la cultura, arquitectura y urbanismo de la región. La construcción de teatros no solo cumplía propósitos de entretenimiento y celebración, sino que también servía como un medio de consolidación del poder y la romanización de las comunidades locales.
Los teatros romanos eran estructuras arquitectónicas diseñadas para albergar representaciones teatrales, luchas de gladiadores y eventos públicos. Con una disposición semicircular y una acústica meticulosamente planificada, estos teatros eran verdaderas obras maestras de la ingeniería romana, capaces de acomodar a miles de espectadores ávidos de entretenimiento y cultura.
La impronta distintiva de un teatro romano se manifiesta en sus características arquitectónicas y funcionales. La cávea, o gradería, es escalonada y ofrece asientos segmentados según la jerarquía social de la época. La orchestra, una semicircunferencia frente a la escena, era reservada para los dignatarios. La scaenae frons o la fachada escénica es el telón de fondo con ornamentación y arcos. La acústica impecable, resultado de un diseño meticuloso, permitía que cada palabra resonara claramente en las mentes de la audiencia.
Teatros romanos en España
Teatro romano de Mérida (Badajoz)
El majestuoso teatro romano de Mérida, declarado Patrimonio de la Humanidad, se erige como un símbolo imponente de la antigua colonia romana de Augusta Emerita. Construido en el siglo I a.C., este teatro podía albergar a más de 6.000 espectadores.
Aún conserva su escena original, ofreciendo representaciones teatrales y musicales en un ambiente que evoca la grandeza romana, pero con un aforo de 3.086 espectadores. De hecho, el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida es uno de los más importantes del mundo.
Teatro de Segóbriga, Saelices (Cuenca)
El Teatro de Segóbriga, ubicado en la ciudad romana de Segóbriga, es un testimonio de la expansión romana en la meseta central. El inicio de su construcción fue anterior, pero se inauguró en tiempos de Tito y Vespasiano sobre el año 78 d.C.
Actualmente, se puede visitar el Parque Arqueológico de Segóbriga situado en Saelices, Cuenca, con una entrada general de 6€. Además del Centro de Interpretación y del teatro, se puede visitar el acueducto, la necrópolis, las termas y un sinfín de restos estupendamente conservados.
Teatro de Carthago Nova, Cartagena (Murcia)
El teatro de Carthago Nova en Cartagena es una joya arqueológica a orillas del Mediterráneo. Construido en el siglo I a.C., este teatro, con capacidad para unos 7.000 espectadores, ofrecía entretenimiento y esparcimiento a la comunidad.
La escena, en parte reconstruida, es un recordatorio de la influencia romana en la costa ibérica. De hecho, el teatro como tal no fue descubierto hasta 1988 por un arqueólogo de la Universidad de Murcia que consiguió ponerlo en valor y crear el Museo del Teatro Romano de Cartagena, el más visitado de la región.
Teatro de Clunia Sulpicia, Peñalba de Castro (Burgos)
El teatro de Clunia Sulpicia en Peñalba de Castro es un tesoro arqueológico en la región de Burgos. Este teatro del siglo I d.C. se integra en la ciudad romana de Clunia (entre Coruña del Conde y Peñalba de Castro) y su estructura bien preservada ofrece una visión fascinante de la vida cultural romana en la antigüedad. En el siglo II pasó a ser anfiteatro y tenía capacidad para 10.000 espectadores.
Actualmente, el teatro es el edificio mejor conservado del yacimiento de Clunia, pero con la entrada se puede visitan también el aula de interpretación, los restos arquitectónicos y las partes subterráneas. Además, durante el año se celebran diferentes eventos y festivales.
Teatro de Itálica, Santiponce (Sevilla)
Itálica fue la primera ciudad romana en la antigua Hispania. Allí, sobre el cerro de San Antonio y actual término municipal de Santiponce, se construyó el teatro romano de Itálica en el siglo I a.C. Para mayor curiosidad, este teatro es uno de los más grandes de la antigua Roma.
En su momento se cree que podía acomodar a unos 3.000 espectadores, actualmente el aforo es de 758. Su espléndida cávea y la bien conservada escena proporcionan una visión única de la arquitectura teatral romana. Se encuentra a pocos metros del Conjunto Arqueológico de Itálica y se acoge varios festivales al año.
Teatro de Tarraco (Tarragona)
El teatro de Tarraco, en la ciudad romana de Tarragona, es una maravilla arqueológica junto al mar. Lo que empezó siendo un campamento militar en el año 218 a.C. terminó siendo una gran ciudad con teatro incluido en el siglo I d.C.
Estuvo sepultado durante siglos, de hecho, en el XX había una fábrica. Sin embargo, se han ido realizando trabajos de recuperación y actualmente se pueden contemplar 5 filas de cávea y una parte de la orchestra.
Teatro de Acinipo, Ronda la Vieja (Málaga)
La ciudad romana de Acinipo o Acinippo está dentro de la ciudad malagueña de Ronda (Ronda la Vieja) y tuvo una ubicación clave por su altitud y por el terreno con gran fertilidad. Aunque es un yacimiento principalmente romano, hay restos de la Edad de Bronce y Cobre.
Y como ciudad romana, se construyó un teatro que aprovecha la pendiente para la cávea. Al estar excavado sobre la roca, el material excedente de las gradas se aprovechó para la escena. Aprovechando la visita al teatro de Acinipo, se pueden contemplar las termas romanas en la parte baja de la ciudad y la muralla.
Teatro de Metellinum, Medellín (Badajoz)
El Teatro de Metellinum en Medellín es un fascinante vestigio de la Roma imperial en Extremadura. Construido en el siglo I a.C., este teatro podía albergar a unas 3.200 personas. Su principal peculiaridad radica en que se adapta a la forma de la ladera sur del cerro del Castillo donde ya había un importante yacimiento de la Edad de Bronce.
Su estructura bien conservada permite a los visitantes sumergirse en la atmósfera teatral de la antigua colonia romana. Además, está cerca de otros importantes monumentos de la zona como el castillo medieval del pueblo y la iglesia de Santiago.
Teatro de Malaca (Málaga)
La ciudad de Malaca, actual Málaga, tiene origen fenicio por la importancia de su costa, pero su máximo esplendor llegó con el emperador romano Augusto. Él fue el que mandó construir su teatro en lo que actualmente es el centro, a los pies de la alcazaba.
El teatro de Malaca conserva gran parte de la cávea, la orchestra con losas de mármol originales y la scaena que se ha entarimado en su restauración. Como curiosidad, se descubrió en 1951 cuando se pretendían hacer unos jardines en esa zona.
Teatro romano de Cádiz (Cádiz)
En la antigua ciudad fenicia de Gades (y después romana), el teatro romano de Cádiz se yergue como un símbolo de la romanización en la costa atlántica. Y así es porque fue el primer teatro de Hispania y uno de los más grandes descubiertos gracias a sus 10.000 plazas (solo superado por el de Córdoba).
El también llamado teatro de Balbo se empezó a construir en el año 44 a.C. y quedó en el olvido hasta 1980. Ese año se realizaban unas excavaciones en Cádiz para buscar el castillo de la Villa, pero apareció este teatro romano del que ya se había visto galerías sin identificar. Como curiosidad, personajes como Cicerón o Estrabón lo mencionan en sus obras.
Teatro de Baelo Claudia, Tarifa (Cádiz)
Baelo Claudia fue una ciudad romana que dominaba la ensenada de Bolonia, ahora dentro del Parque Natural del Estrecho de Tarifa. El yacimiento conserva los edificios más representativos de un núcleo de la época: la muralla, la curia, el foro, el palacio de justicia, templos, tiendas, el mercado y el teatro.
El teatro de Baelo Claudia, en la playa de Bolonia, es un reflejo del esplendor romano en la costa andaluza. Tenía capacidad para 2.000 espectadores. Es el mejor conservado del conjunto, por lo que se usa para festivales de verano.
Teatro de Caesaraugusta (Zaragoza)
El teatro de Caesaraugusta, en la actual ciudad de Zaragoza, es un reflejo de la prosperidad de la ciudad en la época romana. Construido en el siglo I d.C., podía acoger a más de 6.000 espectadores y seguía el modelo del teatro Marcelo de Roma.
Su imponente estructura y la escena, en la que se celebraban eventos teatrales y luchas de gladiadores, narran la historia del esplendor de la antigua Zaragoza. Salió a la luz en 1972 y actualmente se puede visitar un museo y un centro de interpretación muy interesantes son sus hallazgos.
Teatro de Bílbilis, Calatayud (Zaragoza)
Bílbilis fue una ciudad prerromana situada sobre la colina de Bámbola y a orillas del río Jalón. Aquí también se establecieron posteriormente los romanos y, fruto de ello, se puede visitar el teatro de Bílbilis. Este monumento forma un conjunto con el foro a través de pórticos y pasillo.
El teatro de Bílbilis en Calatayud es un testimonio de la romanización en la región de Aragón. Construido en el siglo I a.C., tiene capacidad para unas 4.500 personas, por lo que se pensó para abarcar las necesidades de los alrededores y no solo de la pequeña ciudad. La mayoría de las piezas aquí descubiertas está en el Museo de Calatayud.
Teatro de Pollentia, Alcudia (Mallorca)
En la isla de Mallorca, el teatro de Pollentia en Alcudia es un tesoro arqueológico junto al mar. Construido en el siglo I a.C., este teatro, con capacidad para 2.500 espectadores, ofrece una experiencia única donde la historia y la brisa mediterránea se entrelazan.
En el siglo III d.C. se abandonó por completo y se convirtió en necrópolis. No fue hasta 1952 cuando se comenzó su restauración, gracias a la cual se conservan las 6 primeras filas de cávea, muchos de sus asientos y parte del escenario.
Teatro romano de Sagunto (Valencia)
El teatro de Sagunto, declarado Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España, se extiende por la ladera septentrional de la ciudad que le da nombre. Construido en el año 50 a.C., este teatro ofrece una experiencia única.
Su buen estado de conservación se debe a que fue utilizado por los árabes con fines militares y durante épocas posteriores hasta el siglo XV. Sin embargo, ese estado es bastante polémico porque algunas de las restauraciones no respetan el edificio primitivo.
Teatro de Corduba (Córdoba)
El teatro de Corduba, en la ciudad de Córdoba, es una muestra de la grandiosidad romana en la provincia de la Bética. Construido en el siglo I a.C., podía acoger a unos 15.000 espectadores siendo el teatro romano más grande de España.
En el siglo II d.C. hubo un terremoto que lo derrumbó y sepultó lo que, sumado a las nuevas construcciones en inrtramuros, hizo que no existiera durante siglos. A mediados del siglo XX comenzaron las excavaciones y en 1994 no había salido a la luz ni el 40% del teatro. Actualmente, la mayor parte de sus piezas están en el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba.
