Situada en la Comunidad de Castilla la Mancha, limita al norte con la provincia de Toledo, al noroeste con cuenca, al este con Albacete, al sur con Córdoba y Jaén y al oeste con Badajoz.
Los inviernos son fríos con temperaturas bastante bajas, aunque la nieve es esporádica. Sin embargo, los veranos son muy calurosos, con temperaturas hasta los 40ºC y en ocasiones incluso 45ºC. Las precipitaciones se concentran el otoño y primavera, siendo en verano en alguna ocasión en forma de tormenta.
Podemos encontrar en la provincia dos de los parques nacionales más importantes de toda la península ibérica: el de Cabañeros y el de las Tablas de Daimiel. El primero de ellos es muy rico es bosques y multitud de animales diferentes mientras que en el segundo es un humedal en el que habitan multitud de aves acuáticas. También tenemos en la provincia el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, la reserva de la biosfera de La Mancha húmeda, el paraje natural del Valle de Alcudia y de Sierra Madrona, el complejo lagunar de Alcázar de San Juan, y los monumentos naturales de El Volcán y la Laguna de Peñarroya y del Volcán de Piedrabuena.
Ciudad Real posee edificios de importancia arquitectónica. Destaca la Catedral de Nuestra Señora del Prado, con un magnífico retablo, la Iglesia de San Pedro, la Casa del Arco, el Casino, el Ayuntamiento, el Palacio de la Diputación Provincial, la Puerta de Toledo considerado Monumento Nacional desde 1915, la Iglesia de Santiago, el Hospital de la Misericordia, la fachada del Palacio de Medrano y los jardines y parques del Prado, el parque de Gasset y el parque del Pilar.
También existen varios museos como el de Manuel López Villaseñor, uno de los mayores exponentes de la pintura española del s. XX; la Casa-Museo Elisa Cendrero, el Museo del Quijote, el Palacio Episcopal-Museo Diocesano, el Museo Provincial y el parque Arqueológico de Alarcos.
Se trata de una gastronomía marcada por la tierra, con platos de herencia árabe y rica caza. Destacan el pisto manchego, el tiznao, las migas del pastor, el gazpacho manchego o galiano, la caldereta de cordero, el queso manchego y como postres las flores manchegas, la bizcochá, los pestiños, los rosquillos, los barquillos y las torrijas. Todo ello regado con un buen vino manchego.